La Comunidad gastará 10.500 millones en cinco años para recuperar las cuencas fluviales

El mapa fluvial de la Comunidad está plagado de puntos negros. Los 10 mayores ríos madrileños están contaminados. Algunos son prolongaciones del alcantarillado de municipios que aún no limpian sus aguas residuales en depuradoras; las orillas de otros se han transformado en vertederos clandestinos o han sido ocupadas ilegalmente por hortelanos de fin de semana. La Consejería de Medio Ambiente se ha propuesto acabar con toda la suciedad y las irregularidades que afectan a los ríos, y para ello invertirá 10.500 millones de pesetas en los próximos cinco años.

Aguas arriba o aguas abajo, no hay un solo río que nazca o pase por la región que sirva como modelo ecológico. La Consejería de Medio Ambiente lanza el Plan Coordinado de Actuaciones en Ríos de Madrid para recuperar los cauces fluviales. El plan tiene una vigencia de cinco años y un presupuesto de 10.500 millones, que se repartirán en seis programas de actuación y 61 trabajos. Las primeras medidas se aplicarán en el Jarama y en el Guadarrama, los más amenazados. A este plan hay que sumar una inversión de 14.000 millones para la construcción de 58 nuevas depuradoras: el objetivo es alcanzar la depuración del 100% de las aguas residuales de la región. Actualmente ese porcentaje es sólo del 90%, excepto en Madrid capital, que las depura en su totalidad. - Río Jarama. El río más caudaloso de la Comunidad es el que mayor dinero del presupuesto de Medio Ambiente se lleva para su recuperación: 5.100 millones de pesetas. Las explotaciones de grava amenazan los tramos medio y bajo: "Han alterado la topografía de su llanura de inundación", según un informe de Medio Ambiente. Además, "sus riberas han quedado reducidas a estrechas bandas de vegetación" porque las explotaciones agrícolas les han comido el terreno. Su curso bajo "actúa de colector general de la región y soporta unos niveles de contaminación de las aguas muy elevados, que afectan al estado de la vegetación", concluye el escrito. Pero aún hay esperanza. Medio Ambiente trabajará en la restauración de la vegetación de ribera, en reforzar las márgenes y en la recuperación de los tramos con graveras abandonadas.

- Río Guadarrama. Su nombre procede del árabe y significa río de arena. Lo llamaron así por su fondo arenoso. Medio Ambiente invertirá 1.570 millones en recuperarlo. Las agresiones que sufre "son numerosas, pero poco intensas". El mayor problema que padece es la ocupación de sus márgenes -de dominio público- por 30 edificaciones ilegales. La orilla ha sido ocupada a su paso por seis municipios: Los Molinos (un colector y viviendas), Guadarrama (viviendas y una depuradora), Collado Villalba (naves del polígono industrial), Villanueva del Pardillo (un centro comercial), Villaviciosa de Odón (una depuradora) y Móstoles (viviendas y chabolas). "Pediremos autorización judicial para derribar las edificaciones ilegales", afirma el consejero de Medio Ambiente, Pedro Calvo Poch.

- Río Lozoya. Sus tramos alto y medio están "muy bien conservados", antes de llegar a unos embalses -entre ellos, El Atazar, el mayor de la región-; "como consecuencia de éstos, el río está profundamente alterado por la regulación de sus caudales", destacan los técnicos regionales. "Sería conveniente establecer un régimen de caudales ecológicos, incrementando los niveles mínimos actuales para recuperar las riberas, de elevado interés ecológico", añade. Medio Ambiente invertirá 345 millones en arreglar el cauce y seis arroyos que desembocan en este río.

- Río Guadalix. Su tramo alto, en Miraflores de la Sierra, tiene un punto negro que "debería ser eliminado", según el documento de la Comunidad. Se trata de la escombrera de una fábrica. El río, a su paso por Guadalix de la Sierra, está "muy degradado". Las tomas de agua situadas aguas arriba del pueblo convierten el caudal en un hilo de agua. "Sería necesario aumentar el nivel y limpiar la ribera para que los vecinos disfruten del río en vez de padecerlo", agrega el informe oficial.

- Río Henares. En general, sus riberas están bien conservadas, si bien se han visto alteradas por los cultivos agrícolas y las explotaciones de graveras. "Provocan un nivel considerablemente más bajo que el primitivo".

- Río Manzanares. Desde el punto de vista ecológico, se divide en dos tramos: aguas arriba y aguas abajo de Madrid. Por encima de la ciudad está "bien conservado"; por debajo, "fuertemente degradado y contaminado". Es un río utilizado, en su tramo alto, "para suministro de agua", y en el bajo, "como vía de desagüe de aguas residuales".

- Río Tajuña. La principal fuente de contaminación es la agricultura, "que vierte una carga importante de fertilizantes al río".

- Río Cofio. Es el menos degradado de la región porque discurre protegido por un bosque, alejado de grandes núcleos urbanos. El pastoreo es la principal causa de degradación del río, sobre todo de la flora de ribera.

- Río Perales. El tramo que pasa por Aldea del Fresno es el más degradado. Soporta un vertedero de basuras en su margen izquierda.