La CNMV expedienta a Electrabel y TXU por sus acuerdos en Cantábrico

La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) anunció ayer que ha decidido abrir un expediente sancionador a las eléctricas Texas Utilities (TXU) y Electrabel al "encontrar indicios de acción concertada" en la utilización de sus participaciones en Hidrocantábrico. TXU y Electrabel controlan un 19,2% y un 10%, respectivamente, de la eléctrica asturiana y la ley obliga a lanzar una oferta pública de compra cuando se supera el control del 25% del capital. La infracción está tipificada en la Ley del Mercado de Valores como "muy grave".

La decisión de la CNM es un primer paso antes de la imposición efectiva de las sanciones una vez oídas las partes. La apertura del expediente sancionador -por decisión unánime del consejo de la Comisión- parece dar la razón a la actual dirección de Hidrocantábrico, que encabeza Óscar Fanjul. Éste ha acusado a TXU y Electrabel, que el pasado 3 de julio adquirieron las participaciones que La Caixa y el Banco Sabadell mantenían en Cantábrico (en torno al 15%), de actuar de forma coordinada. El enfrentamiento de Fanjul con el consejero delegado de TXU, Philip Tuberville llegó incluso a la expulsión de éste de la comisión ejecutiva de la compañía asturiana.Ahora, tanto la estadounidense TXU como la belga Electrabel -que niegan cualquier acción concertada pese a haber hecho público pactos de recompra mutua sobre las acciones que controlan- se enfrentan a la posibilidad de que la CNMV les imponga duras sanciones. El artículo 102 de la Ley del Mercado de Valores establece que las infracciones "muy graves" podrán ser sancionadas con hasta un 5% de los recursos propios de la sociedad infractora; un 5% de los fondos totales o con 50 millones de pesetas.

Directivos

Para los directivos implicados -uno en el caso de TXU y dos en el caso de Electrabel, según la CNMV, que no detalló nombres- la ley prevé cinco años de inhabilitación como máximo.Texas Utilities hizo público ayer un comunicado en el que se reafirma en sus explicaciones de semanas atrás. "No estamos ni hemos estado actuando de manera concertada con Electrabel para controlar la compañía [Hidrocantábrico]" explica el propio Tuberville en el comunicado. "Conocemos perfectamente las normas que regulan la adquisión de acciones y hemos actuado en todo momento de forma respetable y conforme a la legalidad. Vamos a continuar cooperando abierta y completamente con la CNMV. Estamos plenamente convencidos que al finalizar el procedimiento abierto se demostrará que TXU ha actuado correctamente". La compañía estadounidense manifestó también su voluntad de apoyar "una oferta satisfactoria de un tercero por Hidrocantábrico que tenga el apoyo del consejo de administración" de la compañía.

Por su parte, la dirección de Hidrocantábrico se reafirmó en sus tesis de que, efectivamente ha habido acción concertada entre TXU y Electrabel e incumplimiento, por parte de la compañía estadounidese del compromiso con el que entró en la eléctrica asturiana en 1998 de no adquirir acciones sin el acuerdo del resto de los socios del consejo.

La apertura del expediente sancionador es otro capítulo del largo culebrón empresarial que afecta a Hidrocantábrico desde la pasada primavera y que ha tenido, hasta el momento, los siguientes hitos: presentación de una OPA sobre Cantábrico por parte de TXU; contraoferta de compra de la empresa por parte de Unión Fenosa; veto del Gobierno a esta última operación; intento de entrada en la compañía por la francesa EdF a través de una filial; nuevo veto del Gobierno español; retirada de los accionistas tradicionales de Hidrocantábrico (La Caixa y Banco Herrero) y entrada del nuevo accionista, Electrabel.

La sucesión de maniobras a inquietado y dividido al consejo de Cantábrico mientras su presidente, Óscar Fanjul, sigue buscando nuevas ofertas.