San Sebastián, según sus ilustres

Personalidades destacadas de la capital guipuzcoana plasman en objetos su relación con la ciudad

En el mismo estante conviven unas botas de fútbol, un pirulero, un vaso de sidra y unas hortensias. No es un puzzle imposible. Es la estampa que simboliza la vinculación con San Sebastián de algunos de sus vecinos ilustres. Este singular contraste forma parte de Atarian. La ciudad de tu vida, la magna exposición que condensa los más de 800 años de historia de la ciudad en el Museo San Telmo. La muestra, que cede el protagonismo a todos los donostiarras, ha querido resaltar a quienes han dejado huella en la ciudad en los últimos años. Desde un entrenador de fútbol a un historiador, todos han tenido la oportunidad de plasmar en un objeto lo que representa para ellos San Sebastián. Pocos se han centrado en el presente. En su mayoría han optado por refugiarse en el pasado y en una nostalgia no exclusivamente suya. En la exposición no figura el trolebús, al que todavía hoy aluden quienes nacieron a principios de siglo para nombrar al autobús de línea. Pero sí se sentirán representados en el pirulí, el objeto que ha escogido la escritora Mariasun Landa para esta exposición. "Cuando me invitaron a participar en la muestra", dijo, "se me vino a la cabeza la playa de la Concha, que para mí es el corazón de la ciudad, y me transporté al pasado. Cuando era niña había dos cosas que me maravillaban; una el barquillero y otra el pirulero, el hombre que paseaba por las playas vendiendo pirulíes". La organización tenía previsto plasmar la actividad del primero en otra sección de la muestra y Landa no tenía nada para representar sus recuerdos de niñez. Pero desde Atarian consiguieron que la familia Genua cediera el pirulero para la exposición.

Las referencias son variadas. Como dijo ayer uno de los comisarios de la muestra, "la ciudad tiene muchas calles y cada uno camina por la que más le gusta". Javier Expósito, ex entrenador del Sanse, equipo cantera de la Real Sociedad, no pudo obviar su referencia al fútbol y representó la ciudad en unas botas. El filósofo Fernando Savater aportó una txapela azul, de la que no se desprendía cuando era niño; el escultor Eduardo Chillida, sus gafas y su pluma, objetos por los que pasa toda su actividad creadora; el cocinero Juan María Arzak, un vaso de sidra; el escritor Txillardegi, el plano que desvela por qué firma con este sobrenombre.

Atarian, que hasta el domingo pasado había recibido la visita de 8.788 personas, también muestra el objeto elegido por el nadador y campeón paralímpico Richard Oribe: un tambor que le regaló una sociedad tras su triunfo en los juegos para disminuidos porque para él representa "el día más grande e importante de nuestra ciudad". Más de uno se ha atrevido con un guiño irónico y más provocador. El arquitecto Luis Peña Ganchegui, "emigrante", ha plasmado su impresión inicial de que San Sebastián -en su desarrollo- no estaba respetando el paisaje. Y muestra un helicóptero que se lleva por los aires la estatua del Sagrado Corazón a pequeña escala.