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IU propone crear varios tipos de abonos para el Club de Campo

Concejales

Las listas de espera para conseguir ser socio del Club de Campo municipal podrían reducirse el próximo otoño. La portavoz de Izquierda Unida en el Ayuntamiento, Inés Sabanés, propondrá en septiembre próximo que se modifiquen las tarjetas de socios actuales por un sistema de abonos diversificado según los días de la semana y las actividades. Desde 1984, sólo 2.000 personas han conseguido ser socios del Club de Campo mientras que 30.000 se encuentran en lista de espera para acceder a esa condición (véase El PAÍS de ayer). La última persona que ha conseguido el carné de socio lo había solicitado hace 13 años."Tenemos que definir un proyecto para facilitar el disfrute de esas intalaciones que, no hay que olvidar, son públicas. Yo creo que hay soluciones de tipo técnico, como son los abonos por tipos de deportes o por días de la semana", explica Inés Sabanés tras la polémica desatada por las listas de espera.

En opinión de la portavoz de IU, tanto los socios actuales como los nuevos que entren tienen que entender que para que el Club de Campo lo disfrute más gente "no puede ser que se utilice como un sitio privativo". Para ello el reglamento que regule las actividades del club deberá fijar "el criterio cronológico de acceso y respeto a la actual lista de espera, así como las diferentes modalidades de abonados".

Los 20.000 madrileños que gozan actualmente de la condición de socios abonan 53.000 pesetas al año para utilizar la piscina, el campo de golf, las pistas de tenis o la sauna en condiciones privilegiadas. La propuesta de Izquierda Unida se basa en la certeza de que no todos los socios utilizan las mismas instalaciones; los que van a la piscina no suelen usar las pistas de tenis o, en todo caso, no suelen hacerlo el mismo día.

Los concejales de la oposición no emplean las credenciales VIP que les dan acceso al Club de Campo, según manifestaban ayer en el grupo PSOE-Progresistas e IU. Incluso algunos de los ediles, como Isabel Vilallonga y Cristina Narbona, portavoz del Grupo Socialista, ni siquiera las han recogido. "Me alegro de que se haya abierto el debate sobre el Club de Campo; en IU estamos todos dispuestos a renunciar a los abonos, pero con las credenciales de los 53 concejales no se arregla el problema de las listas de espera", apunta, por su parte, Inés Sabanés.Sólo cuando un socio se da de baja, la dirección del club admite a otro nuevo. Una medida adoptada para "preservar el nivel de las instalaciones", según el gerente, Carlos Grande. El año pasado, esa entidad gastó 1.308 millones, cantidad que procede íntegramente de las cuotas de los socios, venta de entradas, publicidad y concesiones. Por la venta de entradas a los no socios sólo se recaudaron seis millones el pasado ejercicio. Esto demuestra lo cerrado que permanece el club.

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