Piqué resta valor al balance económico de la inmigración
El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, antepuso ayer los derechos sociales de los inmigrantes que trabajan en España a los beneficios económicos que reporta su actividad al Estado en impuestos y cuotas a la Seguridad Social. Piqué se refirió así, sin admitir "ninguna sorpresa", a las conclusiones de un estudio universitario encargado por el Imserso, según el cual la contribución de los inmigrantes al erario público español en 1998 fue superior en unos 187.000 millones de pesetas a lo que el Estado gastó en ellos.Piqué resaltó la necesidad de que se contemple el fenómeno de la inmigración como algo "complejo y global". "Sería un profundo error" plantearlo, dijo, "en términos economicistas y de balance entre lo que se aporta y lo que se deja de aportar", porque además de cotizaciones o retenciones - "criterio que sólo es válido para la inmigracion controlada y legal"- también "aportan su capital humano, su capacidad de trabajar, su intelecto y su propia cultura".
"El balance", concluyó, "debe ser muchísimo más complejo y global".
