Vecinos y ecologistas piden el cierre de las centrales térmicas si se autorizan más parques eólicos en Cádiz

Los vecinos de la comarca de La Janda y Ecologistas en Acción, agrupados en una plataforma, están dispuestos a consensuar la instalación de parques eólicos en esta zona de la provincia de Cádiz, pero a cambio piden el cierre de algunas centrales térmicas y el compromiso de que no se autorizarán nuevas instalaciones de ese tipo. Se trata de una de las 10 propuestas que incluyen en las alegaciones al plan de desarrollo eólico que elabora la Diputación.Ese documento, elaborado por la Sociedad para el Desarrollo Energético de Andalucía (Sodean), dependiente de la Junta, fija el potencial eólico de la zona en 550 megavatios, una cantidad "equivalente al de la central térmica de Los Barrios" que, recuerda la plataforma, "funciona con carbón importado, generando gases que provocan el efecto invernadero y la lluvia ácida, además de metales pesados altamente tóxicos". Según el colectivo, para que el desarrollo eólico pueda tildarse como "energía alternativa" es necesario el cierre de las térmicas.

El potencial eólico de las comarcas de La Janda y del Campo de Gibraltar no debe limitar su explotación a las empresas privadas. Por el contrario, proponen la construcción de pequeñas centrales locales que produzcan energía para abastecer a los municipios. Aunque la plataforma ha optado por alegar al documento que ahora se redacta, sigue opinando que el plan debe ejecutarse en el marco de una ley energética y medioambiental andaluza.

Una de las propuestas que formulan es que el plan de La Janda se coordine y amplíe al término de Tarifa, cuyo plan especial ha sido suspendido por la Junta hasta que no introduzca modificaciones en ese y otros sentidos.

En las alegaciones proponen también que sólo se permitan aerogeneradores con capacidad mínima de 750 kw, lo que permitirá reducir considerablemente el número de molinos. A la vez, piden que se regule la concentración para evitar daños paisajísticos.

Las zonas de exclusión que se fijan son más restrictivas que las que recoge el documento inicial: descartan cualquier actuación en la franja litoral situada entre la línea de costa y la N-340, marcan una distancia de 2,5 kilómetros respecto a los espacios protegidos y un radio de seis kilómetros sobre las zonas pobladas.

Las propuestas inciden también en la distribución del beneficio económico y social de esta industria. Para ello piden que se apueste por un sector de producción vinculado a la energía eólica (fabricación de componentes, ensamblajes, instalación de redes, mantenimiento) y la implantación de becas y módulos formativos en este campo para jóvenes de la zona.

La plataforma pretende, además, que se asesore a los propietarios de suelo -que no cambiará su carácter de no urbanizable- para que establezca un modelo único de contrato.