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Pisos por 14 millones a dos pasos del Retiro

Las viviendas de protección oficial de la calle del Comercio han costado incluso menos del límite fijado por la ley

Cuando Luis Miguel Sánchez, administrativo de 29 años, se asoma a su recién estrenada ventana, ve un jardincillo compartido con otras 99 familias, escucha a lo lejos los trenes que salen de la estación de Atocha e intuye, a diez minutos a pie, el parque del Buen Retiro, pulmón verde de la ciudad. Pero también puede observar, apenas medio metro más allá, la ventana de un vecino que ha pagado el doble por una vivienda que es la mitad de la suya.Luis Miguel recibió la semana pasada las llaves de su casa, un tercero en la calle de Téllez, en el bloque de pisos de protección oficial levantado por la cooperativa de viviendas Vitra, de CC OO -aunque no es necesario pertenecer al sindicato para entrar en la cooperativa-. Ha pagado 14 millones por un piso de 90 metros cuadrados, cuatro habitaciones, amplio salón, cocina, dos cuartos de baño, garaje y trastero, en el distrito de Retiro. A él y a sus 99 vecinos de promoción la casa les ha salido "muy barata; vamos, lo razonable". A las familias que habitan los portales adyacentes -vivienda libre-, y que, eso sí, pueden disfrutan de piscina, un piso de dos habitaciones les puede haber costado 30 millones.

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¿Dónde está el secreto? Luis Miguel parece tenerlo claro: "En el suelo. Es lo que encarece las casas. Nosotros tuvimos suerte porque éste es suelo cedido por el Ayuntamiento para construir viviendas protegidas. Si no, imposible". Las viviendas de protección oficial (VPO) están destinadas a familias con rentas de hasta 5,5 millones de pesetas al año. Su precio máximo, fijado por ley, es de 16 millones.

La Asociación de Promotores Inmobiliarios de Madrid (Asprima) denunció, sin embargo, a principios de mes que, en los nuevos barrios de la capital (en concreto en el de Sanchinarro, al norte) ese límite se sobrepasa habitualmente, porque también las inmobiliarias se ven obligadas a pagar precios astronómicos por el terreno -en manos privadas, sin control administrativo- y compensan luego ese gasto excesivo cobrando de más (previo acuerdo) a sus clientes. Y es que un piso que debe costar 16 millones y que, sólo en suelo, supone un gasto de cuatro millones, no resulta rentable.

Pero, cuando el precio del terreno se mantiene en los límites de lo razonable, "construir una vivienda por 16 millones es perfectamente posible", asegura un portavoz de Vitra. La prueba de ello está, añade, en los bloques de la calle del Comercio, levantados sobre terreno que el Ayuntamiento vendió en 1997 al límite legal (el 15% del precio total de la vivienda), y cuyos pisos han costado incluso menos de lo que marca la ley.

"Y con buenos materiales. Yo lo sé, que he vivido durante 15 años de alquiler en varias casas distintas. Y estos armarios y estos suelos no son nada frecuentes". Lola Arnaiz, administrativa de 42 años, lleva seis conviviendo, de nuevo, con su madre, en un piso de Carabanchel. Cuando se separó de su pareja tuvo que abandonar la casa en la que ambos vivían y volver al hogar materno. "No podía afrontar los gastos", explica. Después se enteró de la promoción de vivienda protegida de la calle de Téllez, y se apuntó. Eso fue hace tres años. El martes pasado recibió las llaves de su nueva casa: un bajo de 80 metros cuadrados, dos habitaciones, salón, cocina, baño y terraza. Precio: 11.900.000 pesetas. Ella fue la número 100, la última en entrar, la última también en elegir piso. "Hubiera preferido uno más pequeño, porque para mí sola esto es demasiado. Entro en el baño y me parece un palacio. Además, habría sido más barato. Pero me siento afortunada, otros se quedaron fuera", afirma.

Lola lleva varios días sin poder dormir -"son los nervios"- y cree que aún deberá esperar un par de años antes de instalarse definitivamente en su propio hogar. "Tengo que ahorrar todavía para pagar los electrodomésticos, los muebles...". Luis Miguel, por el contrario, entró en el piso el lunes y el jueves ya lo tenía pintado -una habitación de cada color- y listo para ser habitado. Cuatro habitaciones para él y su perrita Fifa. "Pero es que, por este precio, es ya una casa para siempre", dice.

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