BODAS DE SANGRE
Iván, un sargento que forma parte del destacamento desplazado en Kuskaya, aldea de la provincia de Stávropol, cerca de la frontera con Chechenia, acudió a la fiesta del enlace de un amigo con una granada. Por qué, nadie lo sabe. Por si acaso o para impresionar. Ya completamente borracho, y después de manifestar que siempre hay que estar preparados para cualquier eventualidad, decidió enseñar a un grupo de invitados cómo se usa el explosivo. Sacó el mortífero artefacto del bolsillo de su pantalón y comenzó a manipularlo con tan mala suerte que explotó. Ahí mismo terminó la celebración, con 17 personas heridas, que tuvieron que ser hospitalizadas de urgencia. Ésta es al menos la versión de los amigos, que no quieren dejar en mal lugar al pobre Iván, que perdió una mano y un pie. Otros, entre ellos el coronel de policía Alexander Lariónov, sostienen que el soldado hizo detonar la granada cuando fue echado de la boda por mal comportamiento. En un principio, la explosión causó pánico en la aldea, ya que los lugareños creyeron que se trataba de un acto terrorista perpetrado por los chechenos.-
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