Sabor tradicional

Como mandan los cánones, los Afro Cuban All Stars abrieron y cerraron con sendas "descargas" de ritmo a borbotones su concierto en la Feria de Julio. No le costó mucho a la orquesta cubana que dirige Juan de Marcos, poseedora de muchas tablas y profesionalidad, hacer contonear a un auditorio que, a pesar de las sillas instaladas en favor de los espectadores de más edad, fue invadiendo las filas próximas al escenario. A partir de la cuarta pieza, la emblemática guajira Amor verdadero, el baile se adueñó con altibajos de la explanada de Viveros y no la abandonó hasta sonar el clásico Chan Chan de Compay Segundo que, gracias a la versión propiciada por Ry Cooder, se ha hecho "moderno" en el álbum Buenavista Social Club.Guarachas, danzones, boleros, guagancós y chá chá chas amenizaron una velada de sabor tradicional (por momentos, parecía remontarse a los años cincuenta) que poseía, sin embargo, ingredientes actuales en la instrumentación y arreglos. No en vano, algunos de los miembros de la orquesta, como el cantante Manuel Puntillita Licea o el timbalero Amadito Valdéz (¡qué agilidad la de las muñecas del veterano percusionista!) son leyendas octogenarias de la música cubana.

Mejor como conjunto que por individualidades, la orquesta, sin embargo, dejó clara la autoridad de su director manejando las cuerdas del tres y la solvencia de los cinco cantantes cuando aunaban sus poderes en jugosas armonías vocales. El broche de oro lo pusieron Juan de Marcos y Luis Frank con un duelo verbal que, aun no siendo totalmente improvisado, rescataba una tradición casi abandonada por los soneros de hoy.