Un 15% de los vascos, en su mayoría jóvenes, dispuesto a abandonar Euskadi

La ruptura de la tregua de ETA en diciembre pasado y la posterior ofensiva terrorista han truncado las expectativas de paz de los vascos, que sienten un pesimismo político generalizado. Así lo pone de manifiesto un sondeo realizado por la Universidad del País Vasco en el que se ha preguntado a 1.400 personas sobre la actual situación sociopolítica. La encuesta concluye que el 70% de los vascos tiene "mucho o bastante miedo" a participar en política y que el 15% de la población, en su mayoría jóvenes universitarios, dice estar dispuesto a abandonar Euskadi si se le ofrecen iguales condiciones de vida.

Críticas a la Ertzaintza

En los últimos seis meses, la opinión de los vascos aúna la satisfacción por el crecimiento económico y el pesimismo con la situación política, en la que sobresale la sensación de miedo. Ésta es la conclusión general del Euskobarómetro de primavera, elaborado por el Departamento de Ciencia Política y de la Administración de la Universidad del País Vasco (UPV, la universidad pública vasca) tras 1.400 entrevistas individuales realizadas a mayores de 18 años. Dichas entrevistas fueron realizadas entre los días 5 y 16 de junio pasados, justo después de que ETA asesinase al concejal del PP de Durango Jesús María Pedrosa (4 de junio) y antes de la actual ofensiva terrorista. El anterior Euskobarómetro se hizo público hace seis meses, cuando ETA acababa de romper la tregua y la mayoría de los vascos aún era optimista sobre el fin de la violencia, según recordó ayer el director de ambos sondeos, Francisco Llera."Los vascos siguen teniendo firmeza en las convicciones profundas y, sobre todo, en el rechazo a la violencia. Están pesimistas políticamente, tienen miedo; la falta de libertad y la crispación social ha actividado y homogeneizado, sobre todo, la opinión pública no nacionalista", explicó Llera. "Los ciudadanos vascos demandan flexibilidad, consenso y acuerdo político, fundamentalmente entre nacionalistas y no nacionalistas. Finalmente, muestran pragmatismo reformista y generosidad condicionada ante un eventual final dialogado [de la violencia], sin aventurerismo", concluyó.

El pesimismo se ha duplicado y alcanza a casi dos tercios de los vascos. El sentimiento aparece pese a que casi tres de cada cuatro encuestados considera que el último año ha sido bueno en su vida personal. La reanudación de la violencia ha propiciado que se incremente hasta 24 puntos con respecto al sondeo anterior la preocupación de los vascos por el terrorismo (un 56% la considera el principal problema) y descienda por el paro, que continúa en el primer lugar (72%).

Los ciudadanos no ocultan su miedo a hablar en público de política. Menos de uno de cada tres (un 31%) se siente libre de hacerlo con cualquier persona. Esa libertad es apreciada por un 44% de quienes se definen como nacionalistas, pero sólo por uno de cada cinco no nacionalistas.

La preocupación se hace aún más patente cuando se trata de participar en política. La oleada de ataques de ETA contra cargos públicos se traduce en que siete de cada diez vascos reconozca que percibe mucho o bastante miedo a participar activamente, el porcentaje más alto de los últimos cinco años y 17 puntos más que hace seis meses. En el caso de los no nacionalistas, ese sentimiento es todavía mayor y lo comparten ocho de cada diez encuestados, y seis de cada diez nacionalistas.Otro dato llamativo y que expresa la "gravedad" de la situación, según resaltó el director del sondeo, es el que alude al hartazgo y consiguiente disposición a abandonar el País Vasco. En una sociedad tradicionalmente muy poco dispuesta a la movilidad territorial, el 15% de los vascos se marcharía si se le ofrecen las mismas condiciones de vida en otro lugar. La posibilidad atrae sobre todo a los menores de 25 años, (30%) y universitarios; los abstencionistas (21%), los no nacionalistas (19%) y los votantes del PP (18%), aunque la actitud se comprueba en casi todos los sectores políticos y sociales. "Si a medio plazo se llegara a hacer efectivo, sería una sangría demográfica y algo terrible para el futuro social y económico del País Vasco", expresó con preocupación Llera.

Dos de cada tres ciudadanos se muestran pesimistas ante la intensificación de la kale borroka, -"arruinándose así el optimismo de hace seis meses", recalca la investigación- y su gravedad vuelve a unir a los vascos, incluso a los votantes de EH. Así, comparten la preocupacion el 97% de los no nacionalistas, el 87% de los nacionalistas y más de la mitad de los votantes de la coalición abertzale.

Sin embargo, la sensación de que la Ertzaintza es ineficaz ante esta violencia es compartida por casi la mitad de los vascos, nacionalistas y no nacionalistas, que son críticos con su actuación. Los juicios negativos sobre su falta de energía para prevenir y atajar la kale borroka se han incrementado en 14 puntos desde 1996 (de un 32% a un 46%), rebasando todos los índices anteriores. Los más afectados por el sentimiento de inseguridad vuelven a ser los no nacionalistas (58%). Sólo el 10% de los vascos cree que la Ertzaintza está actuando con severidad.

El portavoz del PNV en el Congreso de los Diputados, Iñaki Anasagasti, atribuyó ayer a la "bronca política" que organizan otros partidos que los vascos no den, por vez primera, su aprobado al Gobierno autónomo. Anasagasti añadió que el 15% de los vascos que quiere irse de Euskadi "será gente que escucha mucho las tertulias de radio".

Entretanto, el portavoz del PP en el País Vasco. Leopoldo Barreda, aseguró que los resultados de la encuesta reflejan "el fracaso estrepitoso del Ejecutivo de Ibarretxe". Barreda añadió que refleja la "degradación acelerada de la confianza de los ciudadanos".