La Generalitat subvenciona a 22.700 familias con hijos menores de 3 años

La consejera de Bienestar Social, Irene Rigau, anunció ayer que 22.700 familias catalanas se beneficiarán este año de una ayuda única de 60.000 pesetas por cada hijo menor de 3 años. Esta medida costará 1.481 millones de pesetas al Gobierno catalán y se enmarca dentro de un paquete de medidas de fomento de la natalidad. Rigau quiso disipar los rumores de supuestos favoritismos hacia los inmigrantes asegurando que este colectivo sólo representa un 13% de los beneficiarios del programa.

El programa de ayudas para familias con hijos menores de 3 años ha recibido un total de 27.097 solicitudes, de las que se han rechazado 4.397. Un 17% de las familias catalanas que han tenido hijos durante los últimos tres años han solicitado acceder a las ayudas, hecho que la consejera de Bienestar Social considera "un éxito". Irene Rigau espera que los próximos años se incremente el número de solicitudes para este programa, puesto que durante el último año se ha experimentado un leve incremento de la natalidad. El hecho de que algunas familias hayan pedido ayudas para más de un hijo eleva el total de niños beneficiados por las ayudas hasta los 24.690.

El incremento de peticiones experimentado en esta convocatoria de ayudas se debe, según Irene Rigau, a que este año se ha subido el techo de la renta familiar de los beneficiarios. El año pasado sólo podían acogerse a las ayudas aquellas familias con una renta inferior a los 2,4 millones de pesetas. En esta ocasión, el nivel mínimo de renta se ha incrementado hasta los 3,5 millones. Esta cifra es válida para aquellas unidades familiares formadas por cuatro miembros o menos y se incrementa hasta un máximo de 3.850.000 pesetas para las familias con cinco miembros.

Sin favoritismos

Durante la presentación del plan de ayudas, Irene Rigau quiso dejar claro que no ha habido favoritismos para los inmigrantes y que no se ha practicado discriminación positiva hacia este colectivo. "Tiene que quedar claro que las familias inmigrantes no han quitado ninguna ayuda a las autóctonas", aseguró la consejera de Bienestar Social. Las ayudas que se han dado, según Irene Rigau, "siempre han respondido a una necesidad concreta".Sólo un 13% de las familias acogidas en el plan de ayudas es de origen extracomunitario, en total 3.523. Otras 271 familias, cerca del 1% de las beneficiarias, proceden de países de la Unión Europea.

Los 1.481 millones de pesetas que costará el plan de ayudas a las familias dista mucho de la cifra que se barajó inicialmente, que era de 2.000 millones de pesetas. Los más de 500 millones que finalmente no se repartirán dentro de este programa serán invertidos en otras actuaciones del Departamento de Bienestar Social. Rigau aseguró que este dinero se destinará a potenciar la atención primaria, "y siempre para las personas que lo necesiten".

La mayor parte de las familias beneficiarias del programa están formadas por padre, madre y uno o más hijos. Las familias monoparentales, no obstante, representan un 12% de las que se han acogido a la subvención. Este colectivo tiene, según Rigau, "una fragilidad muy alta" y anunció nuevas medidas dirigidas específicamente a estas familias.

Hasta el próximo mes de septiembre no se conocerá con total exactitud el número total de beneficiarios del programa de ayuda que se presentó ayer, puesto que aún están en trámite algunas de las peticiones denegadas inicialmente y que más tarde fueron recurridas por los interesados. Los pagos a todas las familias se harán efectivos entre los meses de septiembre y octubre.