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Un recién nacido, abandonado a la puerta de un lujoso chalé del Parque Conde de Orgaz

La sorpresa de los residentes en el número 19 de la calle de Frascuelo, en la urbanización Parque Conde de Orgaz (Hortaleza), fue mayúscula. En la madrugada de ayer, cuando salían a despedir a unos amigos, se encontraron con un increíble hallazgo. Desde un capazo escucharon lo que parecía el maullido de un gato. Era el llanto de un bebé de sólo 10 días de vida, abandonado en la acera. La policía trasladó al pequeño al hospital Niño Jesús, donde los primeros exámenes médicos indican que su estado de salud es bueno. La Comunidad ya ha tutelado al crío.

Posible adopción

El recién nacido abandonado en la lujosa urbanización de Hortaleza es un niño de piel blanca y, según el hospital Niño Jesús, de "peso y talla normal, con buen estado general". La exploración física y los análisis no reflejan "nada patológico". El niño, según el primer reconocimiento, asimila sin problemas la alimentación que recibe. Si se confirma que está completamente sano, pasará de forma inmediata a un centro de acogida de la Comunidad de Madrid, a la espera de que aparezca alguno de sus familiares.El pequeño fue trasladado al hospital por un coche patrulla aproximadamente a la 1.50 de la madrugada de ayer. Unos minutos antes, los propietarios del chalé lo habían encontrado abandonado en la acera, según la policía. Éstos avisaron inmediatamente a la policía. El bebé, desnudo, estaba envuelto en una sábana. "Es un crío de poco pelo y más bien moreno", según uno de los agentes que auxilió al bebé.

En la calle, el hallazgo pasó desapercibido. Ayer por la mañana nadie conocía lo ocurrido en el número 19 de la calle de Frascuelo. "Me parece horrible que alguien pueda hacer algo así", decía una residente en la zona. "¿Qué madre puede dejar a su niño en la calle?", se preguntaba otra.

Los dueños del chalé, un matrimonio joven y con hijos, se negaron a hacer declaraciones a la prensa. La propietaria de la vivienda aseguró, incluso, que no tenía "ni la menor idea" de lo que había ocurrido a las puertas de su casa. La asistenta del domicilio dijo que no conocía ningún dato, aunque aseguró que la criatura había sido abandonada en la puerta de la casa.

El lugar donde fue hallado el bebé está situado en una zona tranquila, de chalés lujosos y con vigilancia nocturna. Algunos vecinos señalaron que la familia que encontró al menor lleva poco tiempo viviendo en ese sector.

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Son muchas preguntas y pocas respuestas. ¿Quién dejó a la criatura en la acera? ¿Por qué? ¿Cuál será su suerte? De momento, al asumir la patria potestad del bebé el Instituto Madrileño del Menor y la Familia, organismo que depende de la Consejería de Servicios Sociales, se encargará de trasladarlo hasta el centro de acogida de Hortaleza una vez que reciba el alta médica.Allí se determinará cuál será su futuro. En casos como éste, y si ni la madre ni ningún familiar directo aparece, lo normal es que los pequeños terminen en adopción. Y si éstos aparecen, la vía a seguir en principio será la judicial.

El Grupo de Menores de la Brigada de Policía Judicial ya ha iniciado gestiones para esclarecer el caso. La policía sospecha que, por los rasgos físicos del bebé, sus padres podrían ser originiarios de algún país del este de Europa, informa . Los primeros pasos de los agentes investigadores han ido encaminados a pedir a los hospitales la lista de las mujeres que han dado a luz en los últimos 20 días en la región. Otra de las pistas de los agentes es la sábana en la que apareció el pequeño. "En estos casos la colaboración de algún familiar puede ser fundamental para saber qué ha pasado", indicó uno de los investigadores.

El caso del bebé abandonado en Hortaleza es el primero que se produce en lo que va de año en Madrid. En 1999 se registraron en la Comunidad unos 55 casos de abandonos. Uno de los que más repercusión tuvo fue el de María Belén T., una ecuatoriana de 18 años que envolvió a su bebé en una bolsa de plástico y lo dejó abandonado en un descampado del distrito de Tetuán. Unos días después, el portero de una finca y su esposa encontraron en el paseo de la Reina Cristina a una recién nacida con el cordón umbilical sin anudar y con restos de placenta. Estaba en una carretilla de obras, rodeada de contenedores de basura y maderas. La pequeña pudo haber muerto de frío.

Tras los casos de abandono que se registraron en el mes de diciembre del año anterior, la Comunidad de Madrid pronosticó entonces que se podrían producir más situaciones similares "en lugares no deseables". Eso podría ocurrir porque, desde noviembre pasado, las madres que opten por renunciar a sus hijos y darlos en adopción están obligadas a estampar sus huellas en la declaración de nacimiento junto a las del recién nacido.

El arrepentimiento de María Belén

El 1 de diciembre de 1999 será una fecha que, probablemente, María Belén P. T. no podrá olvidar nunca. Ese día, esta joven ecuatoriana, de sólo 18 años, dejó abandonado en un descampado del distrito de Tetuán al pequeño que había traído al mundo pocas horas antes. Lo envolvió en una bolsa de plástico y lo dejó junto a un coche blanco, en medio de un gran charco. Los termómetros marcaban seis grados. Una vecina que paseaba a su perro por la zona fue quien advirtió la presencia del pequeño. Alertó a la policía y dos agentes se encargaron de llevar a la criatura hasta la comisaría de Tetúan, donde unos agentes y la encargada de la limpieza le cortaron el cordón umbilical. Las investigaciones posteriores llevaron a la policía hasta María Belén. La joven reconoció que ese día había dado a luz, sola, en un pequeño baño. Y confesó además que dejó a la criatura en el descampado.Pese a que María Belén se negó a prestar declaración, todas las hipótesis se centraron en que decidió abandonar a su hijo porque carecía de permiso de residencia y no se atrevió a acudir a un hospital público para dar a luz.

María Belén fue acusada de un delito de homicidio en grado de tentativa, pero después, según fuentes cercanas al caso, se mostró arrepentida de lo que había hecho. A los pocos días de ocurrido el suceso, María Belén quedó en libertad y de inmediato se dirigió hasta el centro en el que se encontraba su hijo, ya tutelado por la Comunidad. María Belén le visitó en repetidas ocasiones y hasta se mostró arrepentida y dispuesta a recuperar a Emilio, como llamaron al bebé las enfermeras del hospital La Paz que lo atendieron.

Cuando la madre del pequeño abandonado aparece, es el juez quien decide su futuro. Pero lo normal es que sea entregado en adopción a otras personas si no aparece ningún familiar. La lista de espera para adoptar niños en Madrid era de 600 familias el año pasado.

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