Los inmigrantes que vivían en la plaza de Catalunya, considerados refugiados
El subdelegado del Gobierno en Lleida, Joan Barios, adujo ayer "razones humanitarias" para justificar el acuerdo institucional adoptado la semana pasada para resolver el problema de un grupo de inmigrantes africanos que vivió al raso en la plaza de Catalunya de Barcelona durante casi un mes. El subdelegado del Gobierno agregó que los 29 integrantes del colectivo que fueron trasladados el pasado sábado a la población leridana de Alcarràs (Segrià) por la Cruz Roja han podido acogerse al artículo 53 de la vigente Ley de Extranjería, que impide la expulsión de ciudadanos procedentes de países en guerra.Estas personas, que llegaron a Canarias en patera huyendo de la guerra civil que desde hace tiempo afecta a Sierra Leona, gozan de la condición de asilados y podrán regularizar su situación en España por razones humanitarias.
Este proceso ha recibido numerosas críticas de determinados sectores, que consideran la medida un agravio comparativo. El malestar ha sido especialmente notorio en Alcarràs, cuyo alcalde, el convergente Gerard Serra, ha reclamado el mismo trato para las decenas de temporeros que, sin papeles y sin trabajo, malviven en las calles y plazas de esa localidad desde hace mucho tiempo.
Serra entregó ayer a Barios una relación de 100 inmigrantes, la mayoría subsaharianos, que esperan que se resuelva el expediente de regularización para poder obtener los correspondientes permisos de residencia y de trabajo, condición imprescindible para ser contratados en las explotaciones agrícolas de la zona del Baix Segre. El subdelegado del Gobierno se comprometió a agilizar los trámites de estas personas y a estudiar de forma individualizada la situación personal de los integrantes de otra lista de 46 extranjeros indocumentados por si pudieran acogerse a la misma normativa que los de Sierra Leona.
Serra señaló que, si se trata de casos similares, pedirá a la Cruz Roja "que los acoja y que se les resuelva el problema legal como se ha hecho con los inmigrantes de la plaza de Catalunya". El alcalde de Alcarràs, que ha recibido la solidaridad de otros alcaldes leridanos, añadió que ahora es el momento de cambiar definitivamente la situación de los inmigrantes porque en la campaña de la fruta falta mano de obra. "Los necesitamos, son personas como nosotros y además ayudamos a quienes en el futuro pueden ser nuestros vecinos", añadió.
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