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UGT denuncia malos tratos a minusválidos en una lavandería

"Tienen miedo"

El sindicato UGT ha denunciado ante la Consejería de Economía los supuestos malos tratos cometidos contra varios trabajadores de la lavandería Artesa, situada en la carretera entre Pozuelo y Majadahonda, un centro especial que emplea exclusivamente a minusválidos físicos y psíquicos y que, por ello, recibe subvenciones del Gobierno regional. Los 78 trabajadores de la empresa, el 90% de ellos con minusvalías psíquicas de diverso grado, han sido forzados, según UGT -que se apoya en denuncias de familiares de los afectados-, a realizar jornadas de hasta 16 horas sin cobrar horas extras, y han sufrido "castigos físicos y psíquicos como la prohibición de ir al baño, insultos, cambio de funciones sin previo aviso e, incluso, ser encerrados en la nave hasta la finalización del trabajo encomendado".La Consejería ha iniciado una investigación que sigue abierta, aunque una primera inspección, realizada el pasado viernes en la lavandería, "no corrobora por el momento estas denuncias", según explicó el director general de Trabajo, Javier Vallejo. El director de Artesa, que prefiere no dar su nombre, niega todas las acusaciones: "Es posible que se haya cometido algún error, y sí, en temporada alta los empleados tienen que trabajar, en ocasiones, una o dos horas más de su jornada. Pero se les compensa luego en días de libranza [estos centros especiales tienen prohibido realizar horas extras y, por tanto, también pagarlas]", afirma. Los empleados cobran el salario mínimo interprofesional, algo más de 70.000 pesetas al mes.

Sonia, hermana de uno de los trabajadores que han denunciado abusos, un joven de 24 años con un 44% de minusvalía psíquica, asegura que, aunque las denuncias formales han sido pocas -tres este año-, la preocupación es general. "Muchas de las personas que sufren esta situación lo reconocen en privado, pero callan en público. Tienen miedo. Sus familiares piensan: '¿Dónde va a trabajar si le echan de aquí?'. Y nosotros queremos que la empresa siga, que no se cierre, pero que sustituyan a estas dos personas [el director y una encargada] que les están haciendo la vida imposible". El hermano de Sonia puso una denuncia en la comisaría de Pozuelo el pasado día 12 tras ser "humillado" por los encargados de Artesa, después de haber pasado un día de baja. "Le dijeron que era mentira, que no había estado enfermo, y se rieron de él. Mi hermano me llamó porque quería marcharse, pero ellos le amenazaron con no dejarle salir si no firmaba una baja voluntaria", relata Sonia, que añade: "Por cierto, los días de baja se los descuentan de la nómina".

El Comité Español de Representantes de Minusválidos (Cermi) salió ayer en defensa de Artesa al afirmar que estas "falsas" acusaciones dañan "la imagen del único instrumento operativo para integrar laboral y socialmente a las personas con discapacidad", que son los centros especiales de empleo, informa Efe.

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