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El Ayuntamiento reduce en 50 metros la altura de la torre Bofill en el puerto de Barcelona

La vela de cristal que Ricardo Bofill pretende construir aprovechando la nueva bocana del puerto no podrá tener 160 metros de altura. El Ayuntamiento de Barcelona ha comunicado al Puerto que acepta que se construyan los 100.000 metros de techo programados, pero no con la altura pensada por Bofill. La propuesta del organismo es limitar la altura del edificio a 110 metros.El edificio de Bofill, con la altura inicialmente prevista, se convertía en el referente obligado de la panorámica de la ciudad desde el mar, al alzarse ocho metros por encima de la edificación más alta, que es la torre del Hotel Arts, y de la misma altura que tendría, una vez finalizada, la mayor de las torres de la Sagrada Familia.

Pero ésa no es la única de las condiciones que el equipo de gobierno municipal ha comunicado al Puerto de Barcelona, promotor de la obra de Bofill. El Ayuntamiento requiere también compensaciones por el techo autorizado y un plan de movilidad.

Se puede llegar al equilibrio a partir de la demolición de algunos de los tinglados actualmente existentes que, entiende el municipio, bloquean la perspectiva del mar. Su derribo sería compensado con el edificio de Bofill, que no se agota en la torre, sino que contempla también la organización de todo el entorno, incluyendo una plaza de uso público.

El uso de las edificaciones también ha sido objeto de discusión en las reuniones mantenidas entre representantes del Puerto y de la ciudad. El primero pretendía la construcción de un hotel, oficinas y un centro lúdico multimedia. El Ayuntamiento cree que este centro lúdico no tiene demasiado sentido y propone sólo como objetivo de las construcciones la creación de un hotel, de oficinas y de instalaciones relacionadas con los pescadores, parte de cuyo puerto sirve de base para todas estas obras y que serán trasladados a otro lugar.

La última de las condiciones que se han comunicado al Puerto es la necesidad de un plan de movilidad para el conjunto de la zona litoral. El Ayuntamiento entiende que la nueva organización provocará un importante movimiento de personas y vehículos en la zona y pretende compensarlo con un plan de movilidad que incluya un sistema de transporte público que evita la congestión que provoca el uso masivo de coches privados.

El sistema de transporte debería cubrir las necesidades de movimientos en todo el litoral de uso ciudadano: desde donde se halla el Maremàgnum hasta el puerto de Badalona, pasando por la nueva zona, el Port Olímpic y el área que ocuparán las instalaciones del Fòrum 2004.

Este sistema, cuyas características no están determinadas, debe ser sufragado por el propio Puerto de Barcelona.

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