El documento alerta del peligro de que La Fe se desvincule de Sanidad

El borrador de la ley de ordenación sanitaria contiene un solo comentario al margen de los artículos que integran el texto. La referencia hace alusión al futuro del hospital La Fe de Valencia y la posibilidad de que este centro -del que se desconoce su nueva ubicación y la fecha de comienzo de las obras- pueda quedar desvinculado de la Consejería de Sanidad. El texto hace referencia, en el artículo 37, al régimen patrimonial de la Agencia Valenciana de Salud, del que señala que "debe establecer y mantener el inventario, contabilidad y registro adecuado que permita conocer el carácter, titularidad y destino de sus bienes o derechos propios o adscritos".

Seguidamente añade que los bienes y servicios de la Generalitat adscritos a la Agencia "deberán revertir en aquella en las mismas condiciones que tenían al producirse la adscripción en el supuesto de que la AVS se extinga o modifique sustantivamente la naturaleza de sus funciones".

Los responsables de la redacción del documento han introducido tras este párrafo una curiosa llamada: "ojo, caso hospital La Fe". La razón es sencilla. Si el nuevo hospital La Fe en el momento de constituirse se vincula directamente a la Agencia, su relación previa con la Generalitat a través de la consejería sería inexistente, lo que podría provocar que tras la hipotética desaparición de la Agencia, el centro se encontrara al margen de Sanidad.

Esta situación sería más extrema si en la gestión del centro, o incluso en la construcción, toman parte entidades privadas que mantengan una vinculación con el hospital.

El borrador sobre el que trabaja el Consell también contempla la redacción del plan de salud de la Comunidad, que determinará las necesidades sanitarias de la población y las previsiones económicas y de financiación, entre otras cuestiones. Otro de los aspectos abordados es la modificación de la actual composición del consejo de salud, el máximo órgano consultivo sanitario de la Comunidad que la Consejería ha mantenido en un cómodo letargo. Además de la presencia de representantes de la Administración, los sindicatos, las universidades, los colegios profesionales sanitarios o las asociaciones de consumidores y usuarios, destaca la fuerte presencia empresarial tanto sanitaria como no sanitaria.