Los protectores de animales denuncian a Leganés por organizar un rodeo donde se maltrató a los toros

La Asociación Nacional para la Protección y el Bienestar de los Animales (ANPBA) ha interpuesto dos denuncias contra el Ayuntamiento de Leganés por "malos tratos a los animales" durante el rodeo mexicano organizado el pasado sábado en la plaza de toros La Cubierta de dicha localidad. Los toros, reses semibravas de unos dos años de edad, según el presidente de la ANPBA, Alfonso Chillerón, mostraron la esperada actitud indómita gracias a que se les aprisionaron los testículos con un cinturón, lo que les provocó "tremendos dolores", estrés y posibles dolencias a largo plazo. "Esos toros están ya domados. La única forma de que ejerzan su papel, de que salten y coceen con el jinete encima, es que se les fuerce: los ayudantes del concursante colocan un cincho en los testículos del animal para que cuando salga a la arena esté alterado", explica Chillerón. Esa tortura se mantiene durante "al menos dos minutos", hasta que el jinete cae al suelo, añade el presidente de la ANPBA. "Es una barbaridad, un sufrimiento y una forma antinatural de crear espectáculo. El resto del rodeo es muy bonito: los caballos, los mariachis, el jalisco... Pero lo que se hace con los toros es intolerable", concluye Chillerón.

Las denuncias presentadas por la ANPBA se apoyan en dos bases legales: la Ley de Protección de los Animales Domésticos de 1999 prohíbe, en su artículo 4.1, la "utilización de animales en espectáculos que impliquen crueldad o maltrato, que puedan ocasionarles sufrimientos o hacerles objeto de tratamientos antinaturales", y establece multas de hasta 2,5 millones de pesetas para los infractores. Por su parte, el Reglamento de Espectáculos Taurinos Populares de la Comunidad de Madrid permite únicamente la celebración de "encierros" y "suelta de reses", pero no de rodeos. Además, el artículo 91.5 de este reglamento impone sanciones de 10 millones de pesetas para actuaciones que impliquen "maltrato o sufrimiento de los animales".

Chillerón espera ahora que las denuncias tengan su efecto. "Es la única forma de evitar abusos y torturas contra los animales", afirma.