Tony Blair admite que ha perdido contacto con el electorado británico
El Gobierno británico intentó ayer mitigar el daño de la filtración de un memorando interno en el que el propio primer ministro, Tony Blair, reconoce que da la impresión de "estar desconectado de los instintos más profundos de los británicos". Es una percepción que, en los últimos meses, advierten miembros y simpatizantes laboristas y que toma relevancia especial al provenir del jefe del Gobierno. "No nos ven suficientemente seguros de nosotros mismos", escribe en un correo electrónico fechado el 29 de abril que reprodujeron ayer los medios de comunicación.
La filtración, la primera de un texto del primer ministro, obligó a un cambio en la estrategia del Ejecutivo. La campaña de rehabilitación del proyecto laborista (con nuevos proyectos públicos en Educación, Sanidad, Trasporte o Defensa), que Blair lanzó personalmente la semana pasada, se tornó durante toda la jornada en ejercicio de autodefensa. "La filtración no es bienvenida, pero su contenido describe en detalle a un primer ministro que está preocupado, que está comprometido y que está por delante de muchos asuntos que posteriormente han estallado abiertamente", defendió David Blunkett, ministro de Educación. En el informe, Blair destaca que el público percibe al Gobierno como "débil" en su apoyo a la familia y "blando" en cuestiones relacionadas con refugiados y crimen. "Es extraño que un Gobierno que yo lidero pueda verse como anti-familia", puntualiza, antes de señalar que la "impopularidad de Europa" repercute en la impresión de que el Ejecutivo no defiende los intereses nacionales. "Todas estas cosas contribuyen a la sensación de que el Gobierno -y eso se aplica incluso a mí- está, de alguna forma, desconectado de los instintos más profundos de los británicos", resume.
Mientras Downing Street ordenaba una investigación sobre el origen de la filtración, William Hague, líder del Partido Conservador, volvió a la carga, aprovechando los primeros síntomas de la recuperación de los conservadores en los sondeos de opinión. Medidas populistas contra los refugiados y en materia de ley y orden se identifican como trampolines del despertar tory de su largo letargo. "Muestra que el Gobierno se pone muy nervioso de que estemos dictando la agenda", declaró ayer Hague.
En la nota filtrada, Blair resume la línea de acción necesaria para recuperar la credibilidad. Su objetivo se orienta a dar publicidad a los resultados positivos respecto a la contención del número de solicitantes de asilo, al apoyo a la familia y la lucha contra el crimen. "Necesitamos una estrategia, trabajada durante unos meses, para recuperar la iniciativa", ordena. Y en una frase que desvela un estilo de gobierno cuasi-presidencial o una vasta confianza en su propio carisma, Blair advierte de que "todo esto debe hacerse pronto y yo, personalmente, debo estar asociado con ello".
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