La Policía Local de Xeresa sabía desde 1995 que el marjal se aterraba con todo tipo de residuos.

El Ayuntamiento de Xeresa, investigado por el juzgado de Gandia por autorizar la destrucción del marjal de Xeresa mediante el aterramiento de sus balsas con escombros, conocía desde 1995 que los camiones también vertían en el valioso humedal todo tipo de residuos. Envases de plástico, cubos de pintura, cajas de embalaje, aceite quemado de motor, bidones de disolventes, electrodomésticos, muebles, restos orgánicos putrefactos... Los partes de servicio de la Policía Local narran estos encuentros. Sin embargo, el Ayuntamiento nunca denunció las agresiones.

El Consistorio concedió en los últimos años centenares de autorizaciones para aterrar las balsas con escombros y transformarlas en fincas agrícolas. El alcalde, el ex regionalista ahora en el PP Ciprià Fluixà, hasta se firmó licencias a sí mismo para aterrar sus fincas. Por eso, el juzgado investiga si cometió un presunto delito ecológico.Desde Xeresa siempre se dijo que no sabían qué zonas eran marjal y cuáles no. Sin embargo, los informes de la Policía Local dejan muy claro, puesto que siempre se habla del "marjal", que en el Ayuntamiento se sabía perfectamente que la zona en la que se estaba autorizando su destrucción con escombros (con permiso municipal) y otros residuos (sin él) tenía características de humedal. Y así se demuestra en varios partes de servicio de vigilancia (entre paréntesis la fecha) de los agentes: (17/01/1996) "...el concejal señor Salvador Lloret me ha informado que en la vigilancia rural debía controlar los camiones que están realizando vertidos en la marjal e informarles que debían renovar los permisos". (15/05/97) "Se ha recorrido la zona de la marjal donde se descargan los escombros, no observando hoy que se descargase nada ilegal". Incluso el alcalde participó en estas inspecciones a la zona húmeda: (13/05/97) "...a requerimiento del señor alcalde se le ha acompañado a las zonas de vertidos, observando que en dicha zona de la marjal...".

Todos estos hechos, presuntamente delictivos, eran consentidos por el Ayuntamiento. Sin embargo, el Gobierno municipal también conocía por los partes de servicio que el marjal se aterraba con otros residuos no autorizados y que en los propios partes se reconocía que podían constituir un delito ambiental.

Así, en el expediente judicial figuran casi un centenar de partes de la Policía Local sobre servicios de vigilancia del marjal. Y en más de 40 se constatan vertidos de productos contaminantes. También hay una veintena de ocasiones en las que, tras ser vertidos, se han quemado residuos de todo tipo en el maltrecho humedal, que ya ha perdido un 5% de su superficie.

En la Consejería de Medio Ambiente, que sólo este año ha entregado 13 expedientes a la fiscalía sobre hechos delictivos en Xeresa, no hay constancia de que el Consistorio denunciara aquellos vertidos ilegales. Según los partes, los autores de muchos de los vertidos son conocidos: como las empresas de recogida de residuos Xaixo, Sanfélix, Gutiérrez y Verbena. Y así consta en algunos partes: (2/09/96) "...donde la empresa Verbena está vertiendo escombros y toda clase de basuras y objetos, los cuales estaban ardiendo". En otros documentos en poder del juez, queda claro que para el Consistorio muchos de los vertidos no son sancionables en cuanto que tienen permiso: (19/07/95) "Se han controlado los vertidos de escombros, observando, que se están ajustando a lo autorizado". Incluso con servicios muy peculiares: (01/09/95) "...no viendo en todo el tiempo transcurrido ningún camión para decirle que de cuando en cuando viertan sobre el camino algún contenedor de escombros para ir reparando los baches".