Clinton convenció a Arafat para que no abandonase la cumbre

Yasir Arafat, presidente de la Autoridad Nacional Palestina, amenazó ayer con dar el portazo y dejar Camp David. Tal fue su oposición a las propuestas presentadas por Dennis Ross, enviado especial de EE UU para Oriente Próximo. Tuvo que ser Bill Clinton en persona quien calmara al líder palestino y le hiciera desistir de un sonado fracaso de las conversaciones de paz en Estados Unidos. Pero antes, Arafat exigió la retirada de las propuestas de Ross que, según una fuente israelí, esté sólo había presentado verbalmente. La Casa Blanca no quiere que las balanzas se desequilibren y que las puertas de Camp David sean un ir y venir de negociadores y asesores israelíes o palestinos. EE UU mostró su deseo de que las conversaciones de paz recaigan únicamente en los negociadores que cada delegación llevó a Camp David. Clinton no abandonará la sede de la cumbre hasta que emprenda su viaje a Japón el miércoles.

El portavoz presidencial, Joe Lockhart, confirmó la celebración de un encuentro a mediodía de ayer entre la secretaria de Estado, Madeleine Albright, y varios dirigentes de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) que llegaron a Washington el día anterior; nadie ha aclarado todavía si su desplazamiento a EE UU se ha producido a petición de Arafat o por voluntad propia.

Albright se desplazó a Emmitsburg (una ciudad cercana a Camp David en la que se ha instalado una sede para contactos entre delegaciones de segundo nivel) para reunirse con tres dirigentes palestinos que representan a todo el arco político en torno a Yasir Arafat.

Habían mostrado su deseo de reunirse con el líder de la OLP para acordar hasta qué punto había margen de movimiento en las ofertas que negociara frente a Israel. También querían mantener una reunión con Bill Clinton para exponer sus diferencias políticas antes posibles acuerdos.

Uno de ellos, Tayseer Khaled, líder del Frente de Liberación Palestino, se negó a reunirse con Albright y acusó a la diplomacia de EE UU de traicionar sus promesas: "Se acordó que mantendríamos consultas constantes con Yasir Arafat y su equipo de negociación en Camp David, pero ahora el Gobierno de EE UU quiere evitar esa comunicación. No lo aceptamos", dijo Khaled, que en su día se opuso incluso al marco de acuerdo pactado en Oslo.