Asesinado de cinco disparos un colombiano en un coche en Vallecas
El automóvil, oculto
Un colombiano, que aparenta entre 30 y 40 años, resultó muerto en la noche de ayer de cinco disparos en la calle de Esteban Carros (distrito del Puente de Vallecas), según un portavoz del Servicio de Emergencias Municipal (Samur 092). El cadáver estaba en el asiento del conductor de un coche, un Renault 21 de color gris metalizado, con matrícula M-9993-IN. Los vecinos de la zona lo descubrieron tras escuchar varias detonaciones.El cristal parabrisas del vehículo tenía, al menos, tres orificios de bala. El colombiano fue tiroteado desde el exterior del vehículo poco antes de las 23.00 de ayer. La policía halló cinco casquillos de bala esparcidos por el suelo, en las proximidades del coche.
El cadáver tenía un disparo en la cabeza, en la zona frontolateral derecha y al menos otros dos en el pecho, según explicó un testigo presencial. "Tenía un agujero en la frente, casi en un lateral de la cabeza y sangraba mucho", añadió.
El fallecido iba vestido con una camisa azul, de manga corta, según añadió el testigo. En el lateral de la manga derecha llevaba grabado un emblema en forma de asterisco de un servicio de emergencias, "como si fuera el conductor o un sanitario de una ambulancia", según añadió otro testigo.
Los vecinos del barrio aseguraron que el coche donde fue encontrado el cadáver no es del barrio, del Pozo del Tío Raimundo. "Nunca le habíamos visto antes por aquí", afirmó un testigo.
El coche donde fue hallado el cadáver estaba en una calle de poco tránsito, entre la parroquia de San Raimundo y una guardería que aún está en construcción. El automóvil estaba aparcado detrás de un camión con un contenedor naranja, de los que se emplean en la construcción. El vehículo pesado ocultaba el coche de la vista de los vecinos de un bloque cercano.Los vecinos confundieron el estruendo de los cinco disparos con petardos procedentes de las fiestas de Nuestra Señora del Carmen, en el barrio de Entrevías (distrito del Puente de Vallecas). "Estábamos viendo la tele cuando oímos los tiros, pero pensamos que eran cohetes de las fiestas del Carmen", explicó un vecino.
En lo que va de año, tres colombianos han sido asesinados en Madrid. María Fernanda Daza, de 33 años, empleada doméstica, murió el 17 de enero de un puñalada en el corazón que le asestó un compatriota ebrio con el que se negó a bailar en un bar.
José Raúl Sánchez Hernández, de 31 años, perdió la vida el 1 de febrero acribillado a tiros mientras hablaba por teléfondo en una cabina de la calle de Los Monegros.
José Guillermo Rojas Vásquez, empresario colombiano nacionalizado español, de 52 años, fue asesinado a tiros en su empresa de la plaza del Conde de Valle Suchil en un supuesto ajuste de cuentas.
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