Los militantes socialistas defenderán en su congreso la consolidación de las primarias
El afianzamiento de las señas de identidad del PSOE, su vocación de partido con un "proyecto autónomo", sin supeditarse a otras fuerzas políticas, y la potestad de los militantes para elegir a sus dirigentes y a los candidatos a las presidencias del Gobierno de España y de los Ejecutivos autónomos en votación universal -lo que se viene llamando sistema de primarias- son las peticiones más generalizadas que los militantes del PSOE han plasmado en más de 6.000 enmiendas a la ponencia-marco que serán debatidas y, en su caso, aprobadas o matizadas en el 35 congreso, que empieza el día 21.
Las 6.012 enmiendas presentadas por los militantes del PSOE al texto oficial elaborado por la Comisión Política del PSOE no entra en ningún récord ya que han decrecido un 18,5% en relación con las 7.377 que se presentaron en el congreso anterior, hace tres años. Los capítulos más enmendados son los llamados Nuevo Proyecto Político, con 1.540 enmiendas, y Un impulso a la Participación, con 979, tal como explicó ayer la responsable de la ponencia-marco de la Comisión Política del PSOE, Cristina Alberdi, junto al portavoz de ese órgano, Máximo Díaz Cano. A este aluvión de enmiendas también han contribuido los candidatos Rosa Díez, Matilde Fernández y José Luis Rodríguez Zapatero. Los textos de las dos primeras así como el de Iniciativa por el Cambio han sido incluso alternativos a la ponencia-marco, a la que han derrotado en alguna agrupación. Muchas propuestas en relación al modelo de partido del grupo que lidera Manuel Escudero han triunfado en algunas federaciones. Los cuatro aspirantes a la secretaría general, antes de conocer el contenido de las enmiendas, tuvieron un conocimiento directo de la demanda imparable de los afiliados respecto a la consolidación de las primarias. Díez lo defendió desde el primer momento, tanto para cargos orgánicos como institucionales, y así figura en sus documentos. Zapatero empezó la campaña apelando a la necesidad de dotar al partido de "instrumentos de participación de los militantes". Luego precisó que las primarias podrían adecuadas para elegir al candidato a la presidencia del Gobierno. José Bono no se ha extendido sobre el asunto pero se ha pronunciado a favor de someterse a este procedimiento para ser cartel electoral del PSOE. Fernández, desde siempre partidaria de las primarias, ha convencido a sus compañeros del sector guerrista, mayoritariamente en contra, de que la acepten y defiendan por ser el deseo de los militantes.
Las primarias para elegir al candidato a jefe del Ejecutivo se aplicaron entre Joaquín Almunia y José Borrell por una decisión del primero que sometió a consideración del comité federal, por lo que no figura en los estatutos del PSOE. Éste será uno de los debates más destacados del congreso en el que los delegados tendrán que votar casi con seguridad entre dos opciones: aprobar en el mismo congreso las primarias o posponer los cambios estatutarios a una próxima conferencia meses o un año después. En cualquier caso tendrán que debatirse otras modificaciones sustanciales como la limitación de mandatos, las incompatibilidades y las listas abiertas para elegir delegados.
A pesar del inusitado interés por las normas de funcionamiento, el proyecto político ha recibido aún más enmiendas. No hay excesiva contradicción entre las enmiendas y la ponencia-marco sino "un desbordamiento" del texto oficial, como expresó Alberdi, con un aluvión de textos que concretan proyectos sobre Sanidad, Educación, Servicios Sociales, Inmigración, respuestas a la globalización de la Economía y a la Sociedad de la Información, así como la necesidad de afianzar las señas de identidad del partido.
Los enmendantes reivindican para su partido la encarnación de un proyecto autónomo en clara alusión a la cierta pérdida de identidad que produjeron los pactos con IU en vísperas de las elecciones del 12 de marzo. La corriente Izquierda Socialista discrepa de este análisis y sitúa en 1993 la pérdida del perfil por los pactos con CiU al tiempo que reclama para el PSOE el liderazgo en el entendimiento con fuerzas de izquierda.
La síntesis de estas demandas la está realizando el equipo de Alberdi. "El PSOE debe asumir que sigue siendo un instrumento para garantizar la igualdad, un partido de izquierdas, progresista, con unas señas de identidad concretas que no puede perderlas al adaptarse a las nuevas situaciones sociales. Debemos ser la vanguardia en las propuestas y liderar los cambios sociales. Una potente y participativa sociedad civil tiene que ser nuestro objetivo de progreso para los retos de futuro", reza la memoria de enmiendas.
En cuanto a la autocrítica los enmendantes se dividen en aquéllos que estiman que la ponencia-marco es suave y poco crítica respecto al pasado y los que consideran que hay un exceso de dureza y un déficit ostensible respecto a "los logros" para la sociedad española durante los gobiernos socialistas.
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