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El consejero de Trabajo pide que los inmigrantes vengan con precontratos

El consejero de Trabajo de la Generalitat, Lluís Franco, dijo ayer que si el Gobierno catalán tuviera traspasadas las competencias en materia de inmigración se evitarían situaciones como las que se viven estos días en Lleida, donde la llegada masiva de extranjeros para trabajar como temporeros ha colapsado los servicios asistenciales. Franco afirmó que lo ideal es que los inmigrantes vengan formados y con precontratos y reiteró la petición de que sean las comunidades autónomas las que puedan decidir el cupo anual de inmigrantes.

La situación que se vive en Lleida demuestra, en opinión del consejero, que la Generalitat está en la línea correcta cuando pide la gestión del contingente anual de extranjeros y la tramitación de los permisos. "El Estado", dijo, "tiene dos posibilidades: ejercer con eficacia las competencias que tiene o delegarlas a la Generalitat".Lluís Franco citó la campaña de recolección de la fruta de Lleida como ejemplo de una buena planificación de la mano de obra necesaria para realizar tareas agrícolas, en colaboración con los sindicatos agrarios y los ayuntamientos. "Si nosotros hubiéramos tenido la capacidad de determinar el contingente de inmigrantes como hemos hecho con la campaña de la fruta, el asunto estaría mejor resuelto de lo que está", afirmó el consejero.

Antes de iniciarse la campaña de la fruta, el Departamento de Trabajo envió una carta a los 6.000 parados de Lleida y a las 4.000 personas que buscaban un empleo ofreciéndoles la posibilidad de trabajar temporalmente en el campo. Contestaron a la oferta 833 personas, de las que 450 han sido contratadas para la recogida de la fruta, 330 en otros sectores como la hostelería y la construcción y sólo 53 se han quedado sin colocación. "Hemos seguido el camino más correcto de emplear a la gente más próxima y buscar fuera de forma reglada la mano de obra necesaria para cubrir la oferta existente", dijo Franco.

En relación con los centenares de inmigrantes que cada verano llegan a Lleida con la esperanza de trabajar en alguna explotación agrícola, Franco dijo que lo ideal sería que estas personas pudieran venir con un precontrato y con posibilidades reales de encontrar empleo, "ya que si no es así están abocados a formar parte de las bolsas de marginación".

La Generalitat está negociando con el ministro de Trabajo, Juan Carlos Aparicio, que los futuros contingentes de inmigrantes estén formados por personas cualificadas para cubrir las necesidades reales del mercado laboral y que se agilicen los permisos de trabajo para estas personas.

Lluís Franco, que visitó los albergues de Alcarràs y Torres de Segre (Segrià) -que acogen a unos 200 temporeros, la mayoría colombianos contratados en origen por el sindicato agrario Unió de Pagesos-, se mostró partidario de legalizar la situación de aquellos inmigrantes indocumentados que ya estén trabajando en España y de no sancionar a las empresas que les han contratado si éstas han agotado las vías para lograr mano de obra legal. Desde hace años, los empresarios agrícolas de Lleida no contratan a inmigrantes sin papeles para evitar las fuertes sanciones de la Inspección de Trabajo.

Como consecuencia de la llegada masiva de inmigrantes del Magreb y el África subsahariana para trabajar en la campaña de la recogida de la fruta, el albergue municipal de Lleida está colapsado. El consistorio abrió ayer un nuevo centro para repartir bolsas de comida a las personas que deambulan por la ciudad porque no encuentran trabajo, y volvió a hacer un llamamiento para que se abstengan de viajar a Lleida los temporeros que no tengan un contrato de trabajo.

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