El ex comisario Oreja asume la tarea con "ilusión y prudencia"

El ex comisario europeo y ex ministro español Marcelino Oreja mostró ayer su "ilusión" por su elección como uno de los tres miembros del Comité de sabios encargado de examinar la situación en Austria y destacó la adecuación de este encargo a su trayectoria pública, marcada por la defensa de los derechos humanos. "No tenía más remedio que decir que sí", manifestó Oreja, quien resumió en "prudencia y trabajo" su tarea de asegurar el compromiso de Viena respecto a los derechos humanos, especialmente en el respeto a las minorías, los refugiados y los emigrantes, y estudiar la trayectoria del Partido Liberal Austriaco (FPÖ).Oreja, que ayer mismo habló por teléfono con su colega Martti Ahtisaari, mostró su disposición a empezar a trabajar inmediatamente, probablemente con un primer encuentro de los tres sabios en Finlandia la semana próxima. Se negó, sin embargo, a poner un plazo a su tarea pese a la petición que el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, hizo ayer para que las conclusiones se entreguen "lo antes posible". "La prisa no debe impedir que se haga un buen trabajo", aseguró Oreja. En cualquier caso, el político español mostró su convencimiento de que los resultados se harán públicos dentro de la presidencia francesa, que concluye a finales de año.

En cuanto a la satisfacción con que el Gobierno austriaco ha acogido el nombramiento de los tres sabios europeos, manifestada ayer por el canciller Schüssel, Marcelino Oreja la atribuyó a la confianza de Viena en "tres personas de experiencia política e independencia, cuyo único prejuicio es el respeto de los derechos humanos".