Los educadores de menores tutelados acuerdan con el Gobierno medidas contra la violencia en los centros

Los trabajadores del Instituto Madrileño del Menor y la Familia (IMMF) han alcanzado, tras dos meses de negociaciones, un principio de acuerdo con la Consejería de Servicios Sociales de la Comunidad sobre cómo solucionar los problemas de violencia surgidos en los centros de chavales tutelados. CC OO, UGT y CSIT-UP presentaron una serie de propuestas para atajar esta situación, aceptadas, según las centrales, "en un 90%" por la Consejería.Entre las proposiciones aprobadas está la elaboración de un nuevo Plan de Infancia (el anterior concluyó en 1998) que fije las líneas de actuación del IMMF en los próximos años. Se considera prioritario crear más residencias especializadas en adolescentes, ya que los chavales de estas edades son los más conflictivos, y también más centros para chicos desamparados con problemas graves de conducta y con enfermedades mentales (ahora hay dos centro de estas características, uno para cada tipo).

Los sindicatos proponían también la creación de un centro de acogida para adolescentes, de manera que la actual residencia de Hortaleza se reservara a los menores de 16 años. Pero, según explica Alberto Sánchez, representante de UGT, "el Instituto tiene un plan diferente, que consiste en concertar con una ONG la apertura de un centro específico para adolescentes magrebíes sin familia en Madrid". En la actualidad, buena parte de los chicos que llegan a Hortaleza son muchachos magrebíes que emigran solos a Madrid para buscarse la vida.

Servicios Sociales ha aceptado también el aumento de plantilla reclamado por los sindicatos, pero en las próximos meses deberá cuantificar ese incremento. Las centrales reclamaban asimismo que todo el personal tuviera contratos al 100% y no al 35% o al 50% de la jornada para el año 2001. "Pero en la Consejería quieren ampliar ese plazo porque dicen que son muchos (167) los trabajadores a los que deben prolongar el contrato", añade Sánchez.

El acondicionamiento de los centros con deficiencias arquitectónicas es otra de las reivindicaciones aceptadas, así como la creación de residencias de distrito, más pequeñas.