La empresa petrolera francesa Elf pagó en 1991 comisiones ilegales para comprar Ertoil

La compañía Elf pagó comisiones ilegales en España por la compra en 1991 de la empresa Ertoil, filial del grupo Ercros, según el testimonio que el antiguo alto directivo de la petrolera francesa André Tarallo acaba de prestar a los jueces. Conocido como monsieur Afrique (señor África) a causa de su exhaustivo conocimiento de los tentáculos africanos de la empresa Elf, el procesado André Tarallo se muestra ahora dispuesto a colaborar con los jueces que investigan los gigantescos casos de corrupción vinculados a la entonces petrolera pública francesa.

Meses atrás, el alto ejecutivo de Elf envió a la dirección de la compañía y a otras "altas esferas" el mensaje de que el círculo judicial se cerraba peligrosamente para él, junto con la advertencia añadida de que no podría resistir un nuevo interrogatorio judicial. De acuerdo con su último testimonio, prestado el pasado día 10, los pagos ocultos por la compra de Ertoil fueron organizados desde Elf por el hombre de negocios Hubert Le Blanc-Bellevaux, el mismo que habría actuado de intermediario siguiendo instrucciones del entonces presidente de la República, François Mitterrand, en la compra de la refinería alemana Leuna. En este último caso, los pagos ilegales ascendieron a 256 millones de francos (6.400 millones de pesetas) y habrían ido a parar a la CDU, el partido democristiano alemán del ex canciller Helmut Kohl. [Un portavoz de Kohl desmintió anoche que su partido o él mismo hubieran recibido nunca un céntimo de Elf, informa France Presse.] En sus declaraciones a los jueces, monsieur Afrique ha repetido que fue el propio Loïk Le Folch-Prigent, presidente en la época de Elf-Aquitaine, y hoy procesado, quien le aseguró que la intervención de Le Blanc-Bellevaux contaba con la autorización expresa del presidente de la República. La petrolera española Ertoil fue adquirida por Elf en 1991, cuando el grupo Ercros estaba controlado por el financiero Javier de la Rosa y presidida por Javier Vega de Seoane. El actual ministro español de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, era director de estrategia corporativa, consejero de Ercros y miembro de su comisión ejecutiva. El fiscal de la Audiencia Nacional Vicente González Mota, que investiga en España la venta de Ertoil, calificó el papel de Piqué en la compañía de "muy activo".

Las declaraciones de Tarallo son, en todo caso, altamente explosivas. Con el argumento de que hacía falta crear un fondo de dinero negro para los sobornos a los jefes de Estado, reyes, presidentes, ministros y otros personajes cuyo concurso resultaba imprescindible para los objetivos de la compañía, la petrolera estatal francesa incrementaba artificialmente en 40 centavos de dólar (3 francos, 75 pesetas) el precio pagado por barril. Ese dinero, muchos miles de millones de francos, circulaba por una serie de sociedades pantalla creadas por filiales de la compañía, antes de terminar en cuentas negras abiertas en paraísos fiscales. Esa práctica sistemática, instaurada por la dirección de la compañía décadas atrás, repercutía en el precio del combustible pagado por el consumidor: el litro de gasolina se encarecía 1,8 centavos de franco.

Según Tarallo, medio centenar de directivos de Elf estaban al tanto del asunto. Se ignora si Elf, hoy privatizada e integrada en Total-Fina, continúa practicando el mismo sistema. La dirección de la sociedad se negó ayer a responder a la cuestión aludiendo a la obligada reserva judicial y recordando que la actual dirección de Elf está personada en la causa como víctima del "desvío fraudulento" de fondos practicado presuntamente por las anteriores direcciones de la compañía. Tarallo ha puesto en manos de los jueces las claves que permiten establecer los circuitos de corrupción de la antigua petrolera estatal, pero, que se sepa, no se ha mostrado muy explícito sobre el alcance del "sistema de cobertura política en Francia". Ha dicho, eso sí, que el hombre designado por Mitterrand para estas operaciones, Le Blanc-Bellevaux, transfirió una serie de fondos de dinero negro solicitados por el Elíseo a "una empresa tutelada por el Estado". De sus declaraciones al juez se deduce que Elf era una empresa corrompida y corruptora del sistema político francés.