Las brigadas forestales irán a la huelga tras la ruptura de negociaciones

Los sindicatos mayoritarios, UGT y CC OO, anunciaron ayer un calendario de movilizaciones, para los trabajadores de las brigadas forestales y unidades de vigilancia, que incluye la convocatoria de cinco días de huelga durante el mes de julio. La medida ha sido provocada por el fracaso de la negociación del primer convenio colectivo del sector. Los sindicatos solicitaron a la Administración y a Tragsa, la empresa responsable, mayor estabilidad en la contratación y más personal.

"No queremos utilizar los montes valencianos como rehenes", explicó ayer el responsable de Medio Ambiente de UGT-PV, Javier Rodomero, que insistió en la necesidad de que el gobierno valenciano atienda las peticiones de los trabajadores forestales. Los representantes sindicales criticaron "la falta de sensibilidad de la Administración" y la "rigidez" de la empresa Tragsa, que tras cuatro meses de negociaciones del primer convenio colectivo del sector "no acepta" sus reivindicaciones.

Los sindicatos solicitan el reconocimiento de trabajadores fijos para aquellos que desde 1992 tienen contratos de caducidad anual y la consideración de fijos discontinuos para los contratados por un periodo inferior al año. La mejora de los salarios y la contratación de más trabajadores son las otras dos reivindicaciones sindicales.

El secretario de CC OO en Tragsa, Juan Miralles, expresó su deseo de que la Generalitat se "sensibilice" ante esta situación "y no tener que llegar a la huelga", que en principio se ha convocado para los días 28, 29, 30, 31 de julio y 1 de agosto. Dentro del calendario de movilizaciones, los sindicatos también incluyen un plan de asambleas en las tres provincias y concentraciones frente a las consejerías de Medio Ambiente y Justicia y Administraciones Públicas durante los días 14, 21 y 28 de julio.

Miralles insistió en la necesidad de establecer una mayor coordinación para este sector, "que presta un servicio esencial", y recordó que los 276 incendios que se han producido durante el año 2000 han quemado 292 hectáreas, una cifra que demuestra la eficacia de los trabajadores de vigilancia, prevención y extinción de incendios. Los sindicatos también criticaron la "jornada excesiva que en la actualidad realizan los trabajadores forestales y que se traduce en una pérdida de eficacia y un mayor riesgo para el trabajador". "Un servicio de emergencia no se puede basar en la explotación de los trabajadores", afirmó Miralles.