Nos gustan todos
Una breve introducción a cargo del sabar (tambor tradicional senegalés) y, enseguida, la voz del artista más popular de Senegal cantando en inglés My hope is in you, el tema de su último disco, Joko, que más suena en la radio. Sonido muy compacto, tempo enérgico, batería, guitarras eléctricas y teclados reforzados al supuesto gusto del público blanco. Y un Youssou N'Dour vestido a la moda occidental. No hay duda: la versión para europeos y norteamericanos de su banda.Tras seis años sin editar material inédito en el mercado internacional, Youssou N'Dour tiene por fin nueva grabación y ofreció un concierto mucho más rodado que el pasado verano en algunos festivales del sur de la Península. Dejó para el único bis 7 seconds, en una interpretación algo más acelerada que en disco, con su cuñada Victoria en el papel de Neneh Cherry.
Youssou N'Dour
Youssou N'Dour (voz), Babacar Faye (percusión), Alain Berge (batería), Ibrahima Cissé (teclados), Habib Faye (teclados y bajo), Jimi Mbaye, Pape Oumar Ngom y Christian Polloni (guitarras) y Victoria Chidid (coros). Patio Central del Conde Duque. Madrid, 9 de julio.
Con este planteamiento, cuando viaja fuera de Senegal, su música pierde en sinuosidad todo lo que pueda ganar en accesibilidad. Utiliza dos baquetas para aporrear un tambor. Recurso escénico que intercala entre algunas de esas coreografías felinas que enardecen a sus compatriotas. Sonriendo como un niño travieso de 40 años, su voz, siempre acerada, corta el aire como un afiladísimo cuchillo. En Beykat, Assane Thiam soltó un solo espectacular de tama (el pequeño tambor de axila). Él y Babacar Faye son cosa seria: llevan junto a Youssou N'Dour varios lustros y su ausencia resultaría inimaginable en una de sus actuaciones.
Youssou N'Dour hizo el Set más funki y rockero que se le haya podido escuchar aquí y una pegadiza Birima -Wiclef Jean enloqueció al oírla por primera vez-, con la que encendió al público del Conde Duque. Únicos signos distintivos: el sonido del idioma wolof, los melismas vocales y el repique del tama. El soul y la salsa como ingredientes de la banda sonora con la que creció el principito de la Medina de Dakar: Don't look back, un viejo éxito de Smokey Robinson, justo después de haber latinizado una de sus propias composiciones.
Parafraseando a Gilberto Gil: hay varios Youssous y nos gustan todos.
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