PP, PSOE y CiU apoyan la discriminación positiva entre trabajadores de igual cualificación
Partidos, asociaciones y sindicatos defienden el fallo del Tribunal de la UE contra Suecia
Los principales partidos españoles (PP, PSOE, CiU e IU) apoyaron ayer la discriminación positiva para la mujer entre candidatos a un puesto de trabajo siempre que tengan igual cualificación. Los partidos coincidieron así con la sentencia del pasado jueves del Tribunal Europeo de Justicia contra una ley sueca que permitió que, en una contratación de profesorado, un rector se decidiese por una candidata cuya cualificación era muy inferior a la de un aspirante masculino. Los partidos españoles no ven motivo para temer un cambio en la política de la UE sobre discriminación positiva.
Los principales partidos parlamentarios resaltaron ayer que en España no hay aún legislación de discriminación positiva de la mujer. Lo más parecido es el artículo 9.3 de la Constitución: "Corresponde a los poderes públicos promover las condiciones para que la libertad y la igualdad del individuo y de los grupos en que se integra sean reales y efectivas, remover los obstáculos que impidan o dificulten su plenitud y facilitar la participación de todos los ciudadanos en la vida política, económica, cultural y social"."La sentencia dice claramente que dar prioridad a las mujeres con igual cualificación que los hombres no va contra el Derecho comunitario", dice María Jesús Sáinz, responsable del PP para temas de Mujer. "Eso debe regir donde la mujer esté infrarrepresentada. Pero garantizando una valoración objetiva de méritos y capacidades".
Reglamentos suecos
Tampoco el PSOE ve que la sentencia suponga un cambio en la política de la UE. "Hay que decir rotundamente que el Tribunal rechaza la discriminación positiva, ni la ley sueca", dice Elena Valenciano, responsable de la secretaría de la Mujer. "Cuestiona dos reglamentos para puestos en la enseñanza sueca, que no garantizan una selección objetiva". "La sentencia apoya la discriminación positiva, pero siempre a igual cualificación", señala Mercè Pigem, portavoz de CiU en la comisión mixta de los Derechos de la Mujer. "Esa discriminación no sólo es necesaria, sino perfectamente legal. Pretende corregir una discriminación preexistente. Lo que la sentencia ve ilegal es la excesiva ambigüedad en los criterios de esa evaluación sueca: no puede favorecerse a un candidato por su sexo si las diferencias de cualificación son exageradas: un 3 no puede ser igual a un 10".
Marisa Castro, portavoz de IU, alerta: "Las mujeres europeas no podemos consentir retrocesos: la discriminación positiva nos permite tácticamente ir hacia la igualdad".
"El Tribunal ha emitido diversos fallos contradictorios sobre el tema", advierte Paloma Saavedra, del Lobby Europeo de Mujeres. "Pero la necesidad de una igualdad de hombres y mujeres forma ya parte del acervo comunitario".
"En 1995 el Tribunal fue contrario a la discriminación positiva, y en 1997 fue favorable", recuerda Covadonga Osoro, de la Asociación de Mujeres Juristas Themis. "Ahora invoca criterios objetivos. Pero esos criterios, en esta sociedad, son realmente subjetivos, y favorables al dominio masculino. En pro de la igualdad, hay que cuestionar esos criterios".
En España el campo de batalla de la discriminación positiva es la empresa privada. "Hay subvenciones a empresarios para contratar mujeres en sectores que las infravaloran", dice Sáinz. Pigem lo ve más como meta: "Habrá que dar incentivos fiscales para la contratación de mujeres".
"La discriminación funciona más a favor del hombre en la empresa privada, porque no ahí no hay tribunales de admisión, sino jefes", dice Rita Moreno, de la secretaría de la Mujer de CC OO. "Ahora empezamos a tener algún acuerdo entre empresa y sindicatos. Otra cosa es la Administración Pública, donde hay tribunales y pesa la cualificación".
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