Empresarios, banqueros y políticos pugnan por ver a Fox

Todos quieren verle: empresarios, banqueros, obispos, diplomáticos, políticos, periodistas, sindicalistas. La agenda del presidente electo, Vicente Fox, es tan intensa como la nueva cargada en procura de sus simpatías, favores o atención. La cargada de los búfalos fueron las adhesiones inquebrantables dispensadas en tropel al candidato a presidente del PRI tras su destape por el presidente saliente a través de la antidemocrática práctica conocida como el dedazo.Periodistas siempre afectos a las instrucciones del PRI babean en pantalla entrevistando a Fox, y analistas que comparten la disección política con el mundo de los negocios, y medraron con el oficialismo, destacan ahora el carácter providencial del nuevo presidente, o se preparan a hacerlo después de un tiempo prudencial guardando las formas. La silenciosa transición, la humana mudanza en las lealtades está siendo más rápida y fácil que la institucional pretendida por Fox, quien ha prometido no tomar medidas locas ni gobernar en solitario.

Consolidar la democracia

El Consejo Coordinador Empresarial le entregó un documento con los cambios estructurales requeridos: la reforma fiscal y laboral, inversiones en infraestructuras, la terminación de la reforma del Estado, continuar con los Tratados de Libre Comercio, estabilidad en las finanzas públicas y "la consolidación de la democracia". La Cámara Nacional de Industria de la Transformación (Canacintra) pidió ayuda para las pequeñas y medianas empresas, y los inversionistas, la continuidad del modelo. Así lo prometió el presidente electo de México, que está dispuesto a reformar desde su raíces la estructura fiscal de México y de los sectores petroquímico y eléctrico.