El Centro Dramático Nacional lleva 'La visita de la vieja dama' al Tívoli
La visita de la vieja dama, de Friedrich Dürrenmatt (1921-1990), ha sido uno de los grandes éxitos de esta temporada del Centro Dramático Nacional (CDN). En versión de Juan Mayorga y dirigido por Juan Carlos Pérez de la Fuente, responsable del CDN, este texto sobre los deseos de venganza de una vieja multimillonaria llega a Barcelona con su amplio reparto de 52 actores encabezado por María Jesús Valdés y Juan José Otegui. El montaje puede verse en el teatro Tívoli hasta el 23 de julio.
Una gran obsesión, unos profundos deseos de venganza y el culto al dinero por encima de cualquier otro valor como columna vertebral de la historia son los elementos fundamentales de esta obra, escrita en 1956 y narrada ahora desde el presente por deseo del autor. Es la historia de una anciana que regresa al pueblo que abandonó en la adolescencia de noche y calumniada por todos sus vecinos. Entonces estaba embarazada de un hombre que negó su relación con ella, y el pueblo entero la acusó de ser una prostituta. Durante su ausencia se ha convertido en la mujer más rica de la tierra, pero su odio no ha remitido. Regresa a su pueblo con una promesa: regalará 1.000 millones al municipio si se da muerte al hombre que la deshonró. Los recelos iniciales se irán superando por la suculenta recompensa ofrecida por el asesinato. "Es una ceremonia de la seducción del ser humano por el dinero", indica Pérez de la Fuente.El director, que acaba de ser ratificado en la dirección del CDN, se apasiona al hablar de esta pieza. "Hace muchos años, el autor tuvo una visión: el mundo terminará venerando a la diosa fortuna. En clave de tragedia grotesca, se convierte en una crítica terrible a nuestra sociedad". Pérez de la Fuente habla de "dos pilares" básicos de la obra, que son "la muerte y el amor". Para el director es toda una suerte trabajar con un equipo tan amplio de actores, "todo un lujo que el Estado tiene la obligación de permitir. Éste es el verdadero sentido del teatro público", subraya. María Jesús Valdés defiende el trabajo de cada uno de los intérpretes, "todos ellos auténticos protagonistas de la obra, que han trabajado con el mayor esmero". En opinión de la actriz, "el universo de esta función es el valor del dinero, cuánto vale cada uno. Con el dinero que tiene esta mujer se puede conseguir todo". Su personaje es duro, miserable, pero Pérez de la Fuente se ha ocupado cuidadosamente de humanizarlo: "He tenido una precaución obsesiva con ello, porque siempre se la ha visto como un monstruo, pero nosotros queremos ver cómo puede ser que llegue a esta situación. Es un ser humano por lo monstruoso que todos llevamos dentro".
En su lectura del espectáculo, que dispone de una rica escenografía, Pérez de la Fuente ha utilizado la música para hacer que resalte la transformación de los personajes. "Es una tragedia grotesca que acaba en un gran musical".
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