El Ayuntamiento de Madrid confirma que en el suelo de Mahou no se pueden hacer ahora ni casas ni oficinas

El concejal de Urbanismo, Ignacio del Río (PP), aseguró ayer que los 60.000 metros cuadrados comprados a la cervecera Mahou por dos inmobiliarias para levantar "un parque empresarial y residencial", según especificaron estas empresas en una nota enviada a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, no son aptos para esta operación. "El suelo de Mahou del paseo Imperial está destinado, hoy por hoy, sólo a usos industriales y, al menos hasta abril del año que viene el Ayuntamiento no tiene pensado modificar ningún suelo destinado a industrias para que se acoja otra cosa diferente", dijo el edil de Urbanismo. Inmobiliaria Colonial, radicada en Barcelona, y el grupo Reyal, en Madrid, aseguraron el lunes que habían adquirido este terreno, en el que tienen pensado invertir cerca de 30.000 millones de pesetas para levantar oficinas y viviendas. En junio de 1996, la cervecera Mahou abandonó la factoría del paseo Imperial para trasladar su producción a Alovera (Guadalajara) debido a las ventajas fiscales que le procuraba Castilla-La Mancha, según denunciaron entonces miembros del comité de empresa. La Comunidad de Madrid criticó la marcha de esta empresa fuera de la región y el consejero de Obras Públicas, Luis Eduardo Cortés, aseguró que nunca permitiría que Mahou obtuviera plusvalías a costa de la recalificación de sus terrenos en Madrid para la construcción de viviendas.

El concejal de Urbanismo insistió ayer en el castigo a la cervecera: "Hasta abril, ni siquiera se hablará del asunto. Y a partir de abril, se tendrá que ver. Yo mismo firmé un convenio con los sindicatos en el que se preveía que no se iba a recalificar ningún terreno industrial para viviendas ni para oficinas hasta que la empresa que lo abandonara no restituyera en la región el tejido industrial destruido y no garantizara la reposición de los puestos de trabajo". Del Río aseguró ayer que, en el caso de Mahou, obrará de forma similar. El concejal de Urbanismo de Madrid reconoció que ni Inmobiliaria Colonial ni el Grupo Reyal se habían puesto en contacto con él antes de la compra.