_
_
_
_

Cardoso promete 200.000 millones al Movimiento de los Sin Tierra

Juan Arias

La Conferencia Episcopal de Brasil ha obrado el milagro de reanudar el diálogo entre el presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, y el revolucionario Movimiento de los Sin Tierra (MST). Los contactos se rompieron tras la ocupación, en los meses pasados, de varios edificios públicos por parte del MST para protestar contra las promesas incumplidas del Gobierno.Los dirigentes del MST fueron recibidos el lunes por el presidente Cardoso en su palacio del Planalto, en Brasilia. El presidente acordó destinar, por el momento, 200.000 millones de pesetas para el MST, sobre todo en pequeños créditos a los campesinos y en bolsas de comida destinadas a los miles de trabajadores que viven acampados en las fincas ocupadas y aún no liberadas por el Gobierno. Aunque los sin tierra habían pedido 600.000 millones, ahora, con la Iglesia como garante, van a luchar para que la nueva promesa no se quede en agua de borrajas, como otras veces.

El MST, uno de los movimientos de izquierdas más importantes de América Latina, pasa unos momentos de profunda crisis tras la amenaza gubernamental de usar el Ejército contra la ocupación de edificios públicos y de aplicarle la trasnochada Ley de Seguridad Nacional, de los tiempos de la dictadura. Se intentó, en los círculos más conservadores, incluso de los medios de comunicación, criminalizar al MST tachándole de terrorista. Y ha sido la Iglesia, que siempre apoyó al Movimiento, sus reivindicaciones sociales y el modelo alternativo de enseñanza que imparte a los hijos de los campesinos, la que decidió mediar antes de que las cosas se agravaran.

En la reunión con Cardoso hubo de todo: desde momentos de humor (trataron de tú al presidente, comentándole: "Es que nosotros tratamos así a la gente") hasta situaciones de tensión, cuando amenazaron con seguir ocupando edificios públicos y fincas improductivas si el Gobierno no cumple ahora sus promesas.

El MST intentó invadir la mismísima finca del presidente Cardoso, algo que les impidió el Ejército con un gran despliegue de fuerzas.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_