29 cubanos permanecen en una sala del aeropuerto de Barajas tras solicitar asilo político

Veintinueve ciudadanos cubanos esperan desde hace días en la sala 3 del aeropuerto de Barajas -la destinada a alojar a quienes no son admitidos en España y a los peticionarios de asilo político- a que se resuelva su situación después de que el Gobierno ya denegase el refugio a ocho de ellos. Cuatro de los cubanos que vieron rechazada su solicitud optaron por continuar viaje hasta Rusia. Otros cuatro han visto aceptados sus recursos ante la Audiencia Nacional y el resto espera la tramitación de sus solicitudes. Pese a que hasta ahora las peticiones de asilo solicitadas por ciudadanos cubanos se concedían de forma casi automática, desde Interior se aseguraba ayer que la política de inmigración con respecto a Cuba no ha variado.

Una semana en Barajas

"Para estar preso allí, prefiero estar preso aquí. Voy a estar mejor". Con esta contundencia se expresaba ayer Germán Navarro. Junto a él, otros 28 cubanos se encuentran desde la semana pasada en el aeropuerto de Madrid-Barajas, algunos a la espera de que la Audiencia Nacional resuelva sobre los recursos que presentaron al ver denegadas sus solicitudes de asilo. Otros aguardan que se tramiten sus peticiones en primera intancia.Hasta la mañana de ayer eran 33 los cubanos que permanecían en la denominada sala tres del aeropuerto de Barajas: cuatro cubanos más, miembros de una misma familia, prefirieron no esperar tras ver rechazada su petición. Karel Valdés, de nacionalidad cubana, y su esposa e hijos, todos ellos de nacionalidad ucraniana, siguieron ayer mismo viaje a Moscú por temor a represalias si volvían a su país. Los cuatro carecían de visado de entrada en España, ya que realizaban la ruta La Habana-Moscú y al efectuar escala en el aeropuerto de Barajas solicitaron asilo político.

El Secretario de la Fundación Hispano-cubana, Guillermo Gortázar, expresaba ayer su preocupación ante un posible cambio en la política mantenida desde hace unos años por el Gobierno español, que ha concedido de forma casi automática asilo a todos los ciudadanos cubanos que llegan a España. Gortázar señaló que se había puesto en contacto con Interior para intersarse por la situación de los cubanos y que se le había respondido que no hay cambios en la política con respecto a Cuba, y que nadie había sido repatriado.

El grueso del grupo de cubanos llegó a Madrid el pasado día 27 de junio. Formalizaron la solicitud de asilo el día 28 y les fue denegada, por lo que presentaron un recurso ante el Juzgado de lo Contencioso Administrativo de la Audiencia Nacional que fue admitido ayer a trámite. El día 28 de junio solicitaron asilo político otros tres cubanos, mientras que el día 30 cursaron esta petición otros cinco y también ayer se inició el trámite de las solicitudes de otros 14, que llegaron en las últimas horas al aeropuerto madrileño. Tanto los extranjeros inadmitidos como los peticionarios de asilo en el aeropuerto madrileño son trasladados a la denominada sala tres, propiedad de AENA y custodiada por el Cuerpo Nacional de Policía y por vigilantes de seguridad, que se encuentra situada en la zona de internacional.

Fuentes policiales señalaron que, cuando un ciudadano extranjero solicita asilo político a los funcionarios del control de fronteras del aeropuerto de Barajas, esta petición se comunica a la Subdirección General de Asilo para que se inicien los trámites administrativos pertinentes. En ese momento, los funcionarios de asilo inician el estudio del expediente del peticionario y en un período de tres días adoptan una resolución, que puede ser tanto la admisión a trámite de la petición de asilo político como su denegación.

En el caso de que la admisión a trámite de la solicitud de asilo sea denegada, el demandante puede requerir un nuevo examen de su caso, que es estudiado en un plazo de dos días. Agotado este plazo, los funcionarios de asilo comunican su decisión y, si la admisión a trámite de la petición de asilo es, de nuevo, denegada, se aplica la Ley de Extranjería, lo que puede llevar al retorno del solicitante a su país de origen o a su entrada en España por razones humanitarias.