Un caso aberrante
El ajusticiamiento de dos secuestradores y asesinos (...) dio inicio al principio del fin de un caso (...) de los peores (...) de la criminalidad de Guatemala. (...) Aún falta que la justicia alcance y castigue de la misma forma a los dos integrantes de la banda de Los Pasaco (...) prófugos, luego de (...) secuestrar y asesinar a una mujer. (...) Las particularidades de este sonado hecho lo convierten en uno de los (...) más célebres de la criminalidad de Guatemala. (...)La psicosis vivida por los guatemaltecos en estos últimos días fue lo peor. Como consecuencia de las palabras dirigidas por el presidente Portillo respecto de su decisión de sacar a su familia, fue posible comprobar cómo la percepción de los problemas es, incluso, más importante que éstos.
La decisión presidencial hizo que los guatemaltecos se preguntaran si les era posible proteger a su familia. (...) Ahora (...) hay bases para que quien así lo desee regrese al país y empiece a llevar una vida lo más normal posible, habida cuenta que los dos principales autores se encuentran prófugos de la justicia y, por tanto, todavía constituyen un riesgo (...) para quienes, de una o de otra manera, tienen alguna relación con los diversos pormenores del caso.
Las ejecuciones reabren el debate sobre la validez ética -por un lado- y la utilidad de ejecutar a un criminal. (...) El momento es propicio para reanudar los esfuerzos por que sea eliminado el recurso de gracia presidencial (...) porque pone en jaque al sistema legal y además le otorga al presidente de la República una fuente de tensión innecesaria e injustificada.
Guatemala, 30 de junio
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