La apatía ha presidido la actividad de la FAMP

A un año de la constitución de los ayuntamientos tras las elecciones del 13 de junio de 1999, el balance que presentan los gobiernos de las capitales integrados por partidos de izquierda es pobre. No se han cumplido las expectativas que generaron.GRANADA. El gobierno de progreso entre el PSOE, IU y el PA en el Ayuntamiento de Granada ha funcionado bien en términos de respeto político. En el año transcurrido, cada partido se ha dedicado a sus áreas y no ha manifestado mayores discrepancias respecto a los demás. Otra cosa es si, en conjunto, la política que han desarrollado ha sido eficaz y propia de un gobierno mayoritariamente de izquierda. José Moratalla, alcalde de la ciudad, reconoce no ha sido un "año de grandes logros, aunque sí de trabajo serio con el pacto de gobierno suscrito entre los tres partidos".

Moratalla sólo destaca un par de objetivos que han remontado por encima de la quietud general: la tramitación del plan de ordenación urbana, que el PP fue incapaz de sacar adelante en el mandato anterior, y una serie de inversiones que en conjunto suman unos 800 millones de pesetas para los barrios más necesitados.

El alcalde cree que el primer año ha servido para "poner los cimientos" que soportarán los proyectos del próximo trienio. En general, la política municipal ha sido continuista respecto a la del PP y apenas ha habido evidencias del relevo ideológico.

CÓRDOBA. La coalición en Córdoba, formada por IU y PSOE, hará hoy balance de un año en el que la actividad de los concejales se ha centrado en completar las obras de infraestructura iniciadas por el anterior gobierno del PP, en tomar las riendas del urbanismo y llevar a cabo una labor de asentamiento de su imagen y de acercamiento a los colectivos ciudadanos y sociales de Córdoba. Los primeros meses de gestión fueron de acoplamiento a las áreas de gobierno, encabezadas por ediles que en gran parte carecían de experiencia municipal. La alcaldesa, Rosa Aguilar, ha seguido una política de presencia exhaustiva en cuantos actos y reuniones se le ha convocado. El primer teniente de alcalde, José Mellado (PSOE), se ha hecho fuerte en el área de Urbanismo, en una etapa en la que ha mantenido un pulso con el presidente de los constructores y de la patronal cordobesa CECO, Luis Carreto, a cuenta de la aprobación provisional del PGOU y del plan Renfe.

Este gobierno ha prestado especial dedicación a los temas culturales y a los acuerdos con organizaciones en materia de empleo. Del año transcurrido destaca la continua confrontación con el PP, que no ha dejado de recordar que su lista fue la más votada. La subida de sueldo de los ediles, que cobran una media del 67% más que hace un año, no levantó excesivo escándalo, ya que todos los grupos estuvieron de acuerdo.

ALMERÍA. El matrimonio avenido entre PSOE e IU en Almería propició para la coalición de izquierdas, con sólo dos concejales, una de las carteras más codiciadas ante el reto de los Juegos Mediterráneos de 2005: Urbanismo, además de la de Cultura. No en vano, la oposición ha arremetido contra la gestión desarrollada en ellas. Entre las medidas más llamativas del actual equipo de gobierno, que ha tenido que sortear varios recursos del PP a los tribunales, ha destacado la rebaja de hasta un 60% del precio por usar las instalaciones deportivas municipales y los pisos baratos para jóvenes. La licitación, la pasada semana, de las obras de infraestructura del Toyo 1, terreno que albergará la Villa Mediterránea, por 3.000 millones de pesetas, han acallado por el momento las críticas de la oposición, encomendada en los últimos meses a denunciar la ausencia del alcalde en actos institucionales y el nulo funcionamiento de la tercera parte de las fuentes de la ciudad.

SEVILLA. La coalición PSOE-PA no ha cumplido durante este año las expectativas generadas por la entrada de los socialistas en el gobierno del Ayuntamiento de Sevilla. El mismo alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín (PSOE), lo admitía: "Las expectativas se irán cumpliendo cuando se vean los frutos de nuestra tarea. Este ha sido un año de preparación". Se ha desperdiciado el tiempo en trifulcas como ha reconocido la primer teniente de alcalde, Paola Vivancos (PA): "Se ha dado la imagen de continuo enfrentamiento. Ha sido un año complicado". Las desavenencias llegaron a su punto álgido con una crisis de gobierno tras la dimisión del primer teniente de alcalde, Mariano Pérez de Ayala (PA), por la iniciativa del alcalde de pagar indemnizaciones a las familias de las víctimas del derrumbamiento del muro de Bazar España.

En la primera toma de decisión se optó por la subida de sueldos. La repercusión fue tal que no hubo más remedio que rectificar. Y en la marcha atrás es donde la oposición ha encontado el mayor filón de crítica. La paralización del edificio municipal de El Prado (iniciativa de la corporación anterior), la renuncia a la creación de la Empresa Municipal de Obras, sociedad que permitía que el PA gestionase todas las obras públicas de la ciudad, o el apoyo del PSOE a decisiones en política urbanística de los andalucistas, engordaron los reproches de PP e IU.

El conflicto con los sindicatos de policía y bomberos convirtió en un circo la puerta del Consistorio durante tres meses. Los presupuestos han sufrido un retraso de medio año. Además de la protesta, los sucesos de la madrugá desvirtuaron aún más al delegado de Seguridad, José Gallardo (PSOE). Para remate del año, se descubrió una serie de irregularidades en la tramitación de dos obras de la delegación de Deportes que investiga la fiscalía.

Como elementos positivos destacan el inicio de la revisión del PGOU, la configuración de un Plan Estratégico económico y social, la puesta en marcha de actuaciones para acometer el transporte metropolitano y la creación de la Sociedad del Metro.