PP y PSE deciden a la vez y con idénticos principios ser la alternativa democrática al PNV

Populares y socialistas llegaron ayer al mismo punto de partida en su análisis de la situación que vive Euskadi y coincidieron en el objetivo de ser la alternativa democrática al Gobierno nacionalista del PNV a través de una convocatoria de las elecciones autonómicas. PP y PSE se disputan, eso sí, cuál de las dos formaciones debe tener más crédito y fuerza en el futuro liderazgo de esta comunidad. Ambos partidos comparten también su visión catastrofista de la gestión del actual lehendakari, Juan José Ibarretxe.

El PSE se fija por escrito esas metas en un documento aprobado por su Comité Nacional. El PP las establece como principios programáticos tras cerrar ayer, en Álava, sus congresos provinciales en el País Vasco.El texto abordado por la cúpula del PSE, que constituye a partir de ahora la única postura oficial de su dirección, proclama que se volcará en los próximos meses en convertirse en "la alternativa política que el País Vasco necesita", descarta permanecer como simple "acompañante" de otras fuerzas y reclama una visión más autocrítica de los partidos nacionalistas. Los socialistas vascos concluyen que ese vuelco que demandan al PNV no se producirá hasta que ese partido pase a la oposición o "al menos" abandone la presidencia del Ejecutivo autónomo.

"El partido socialista ni quiere, ni puede, ni debe contribuir al sostenimiento de un Gobierno a la deriva como el de Ibarretxe y, mucho menos, plantearse cualquier tipo de participación en el mismo", establece el texto,aprobado por "asentimiento unánime", como recalcó su secretario general, Nicolás Redondo Terreros.

"Un 'lehendakari' sumiso"

El manifiesto critica con dureza a Ibarretxe, al que considera un "lehendakari sumiso y vasallo al frente de Lizarra".

Redondo considera precisas unas elecciones "a medio plazo". El manifiesto ve en Euskadi una "crisis política sin precedentes durante el periodo autonómico", rechaza que el PSE vaya a hacer de mediador entre el PP y el PNV y considera al socialista como el único partido que puede dirigir el cambio político en Euskadi.

Al ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, se le alegraron los ojos cuando conoció el texto del PSE. Y destacó, primero en privado y más tarde en la clausura matinal del X Congreso del PP de Álava, el enorme valor simbólico de ese paso dado por los socialistas. Entiende que con esta posición clara y determinante del PSE y con lo sucedido el viernes en el Parlamento vasco -cuando el Gobierno de Ibarretxe fue respaldado por EH en una propuesta para salvar la financiación de Udalbiltza- el panorama queda perfectamente desbrozado.

Ya en el auditorio del Palacio Europa, donde se refrendó casi por unanimidad como presidente alavés del PP a Ramón Rabanera, el diputado general, Mayor se volcó casi en más alabanzas al escrito socialista que a las propias ponencias de su formación, que en unos pocos meses podrían ser la base de su programa electoral como candidato a lehendakari. Mayor dijo que la posición del PSE era una "buena noticia" y se "alegró" de esa "decisión acertada" que abre "una nueva etapa en el País Vasco". También consideró lógico que ambos partidos se preocupen ahora en postularse sobre quién debe tener "más crédito, fortaleza y decisión" para encabezar esa alternativa.

El ministro, presidente de honor del PP vasco y su gran referente, fijó prácticamente los mismos retos para su partido que los redactados por el PSE y auguró que los próximos meses servirán para abrir en la sociedad vasca el debate sobre cómo armar la alternativa democrática al Gobierno nacionalista.

Mayor quiso aludir a unas pasadas palabras del presidente del PNV, Xabier Arzalluz, quien apuntó que las voces críticas internas en esa formación eran michelines que sobraban. "Los michelines, ni la satisfacción, ni la comodidad sobran porque son demandas de la mayoría, que no existen en una sociedad prerevolucionaria".

El secretario general del PP, Javier Arenas, reafirmó en la clausura del cónclave que los tres congresos del partido en Euskadi han puesto en evidencia que el PNV ha agotado su ciclo y que ahora los populares están maduros para relevarlo.