Las salas de ordenadores en red se unen frente a las multas de Hacienda

Los propietarios de salas de ordenadores en red (500 sólo en la Comunidad Valenciana) se sienten acosados por la Administración. El 6 de junio, la Consejería de Hacienda sancionaba a un local de Elche por considerar "ilegal" que sus clientes jueguen en sus estaciones, ya que la ley vigente no contempla que un ordenador pueda ser utilizado como una máquina recreativa. Hoy ya son cinco los multados y ocho los que tienen abierto un expediente sancionador. Las salas han comenzado a asociarse para defender sus intereses.

Para jugar en red sólo hacen falta dos o más ordenadores personales conectados entre sí a través de una red de área local. Los usuarios comparten el mismo escenario de juego y pueden luchar entre sí o en equipo. Esto, según Hacienda, es ilegal, porque supone un uso recreativo que la ley no contempla para este tipo de aparatos. Las sanciones ascienden a 200.000 pesetas por ordenador, y de prosperar, llevarán a la ruina a unos negocios de nueva planta cuya antigüedad, en los casos más longevos, no supera los dos años de vida.Las salas de ordenadores en red no sólo ofrecen juegos a sus clientes. También existe la posibilidad de conectarse a Internet, de chatear (conversar con otros internautas en tiempo real) a través del IRC, y de realizar trabajos con cualquiera de las aplicaciones de Microsoft Office. Son cifras que varían según cada caso, pero por regla general el grueso de la facturación de estos locales depende precisamente de los juegos, según Javier Domènech, propietario de uno de estos negocios y presidente en funciones de la Asociación de Salas de Ordenadores en Red de Alicante, que se constituirá la semana que viene ante la Cámara de Comercio.

Domènech detallaba ayer el proceso de apertura de los locales. Al acudir a Hacienda a darse de alta en el Impuesto de Actividades Económicas, los propietarios se encuentran con que los funcionarios no saben muy bien en qué epígrafe ubicar estos negocios. "Todos estamos inscritos como alquiler de ordenadores o como alquiler de maquinaria no cualificada", dijo Domènech. El siguiente paso es solicitar una licencia de apertura, que se concede sin mayores problemas.

La primera noticia de que algo iba mal llegó el 17 de mayo desde Logroño. En La Rioja, las fuerzas del orden habían entrado en una sala y habían precintado los ordenadores en los que había juegos instalados. Poco después, un local de Elche recibía una notificación de multa por utilizar los ordenadores como herramientas de juego.

"El problema reside en que Hacienda argumenta que utilizamos los ordenadores como máquinas recreativas, y por lo tanto deberíamos estar incluidos en la ley del Juego. Pero esta ley no prevé esta situación, y por lo tanto somos declarados automáticamente ilegales", señaló Javier Domènech.

Ante las denuncias, los empresarios han iniciado conversaciones para constituir asociaciones provinciales, en un primer paso. Después, éstas se integrarán en una federación a nivel de cada comunidad autónoma. Los responsables de dicha federación serán los que soliciten entrevistarse con el consejero de Hacienda, Vicente Rambla. El próximo lunes se celebrará una reunión entre Domènech y el que será su homólogo en la provincia de Valencia, Vicente Sáez, para abordar estrategias de actuación. Por último, se constituirá una confederación nacional (se estima que existen unos 5.000 locales en toda España) que dialogará con el recientemente creado Ministerio de Nuevas Tecnologías cuya cartera ocupa Anna Birulés.

"Lo que nos sorprende es que se haya actuado directamente por la vía sancionadora, que la primera noticia que hayamos tenido de que se nos considera ilegales sean unas notificaciones de multa", exponía ayer Domènech. "Al menos, nos queda el consuelo de que en la Comunidad Valenciana, a diferencia de en La Rioja, no nos han precintado los ordenadores y tenemos la posibilidad de decidir si seguimos funcionando mientras los abogados recurren las sanciones", añadió.

La media de edad de esta nueva rama de empresarios está en unos 26 años. Prácticamente todos ellos están actualmente en proceso de amortización de los préstamos que en su día solicitaron para abrir sus locales. Si no pueden ofrecer juegos a sus clientes, casi todos quebrarán.