Guterres abre el camino para la futura revocación de las sanciones a Austria

El primer ministro portugués y presidente de la UE en el semestre que acaba hoy, António Guterres, informó ayer de que tres jueces del Tribunal Europeo de Derechos Humanos examinarán la evolución política del Gobierno austriaco y, en especial, del Partido Liberal, del populista de derecha Jörg Haider, para revocar las sanciones impuestas a Austria en un plazo indeterminado que, sin duda, no será antes del fin de la presidencia francesa.

Francia, que presidirá la UE hasta el 31 de diciembre de este año, es la principal oposición al levantamiento de esas medidas. El canciller austriaco, Wolfgang Schüssel, aceptó la iniciativa portuguesa, pero no descartó la convocatoria de un referéndum para recabar la postura de los ciudadanos sobre dichas sanciones.Veinticuatro horas antes de concluir su presidencia, el jefe del Gobierno portugués consiguió el consenso de los Catorce para abrir el camino al levantamiento de las sanciones a Austria, tal y como había anunciado en la cumbre de Oporto, para lo cual tuvo que aceptar la exigencia francesa de anunciar el compromiso con un doble comunicado. El primero, para reafirmar que las sanciones acordadas contra Austria "se mantienen en vigor", y el segundo, abriendo el camino para la futura revocación de esas medidas.

El segundo comunicado explica que el primer ministro "recibió el mandato de solicitar al presidente del Tribunal Europeo de Derechos Humanos la designación de tres individualidades" que deberán elaborar un informe que examine "el compromiso del Gobierno austriaco con los valores europeos comunes, en particular sobre los derechos de las minorías, los refugiados y los emigrantes, y la evolución de la naturaleza política" del Partido Liberal, de Jörg Haider.

Fuentes del Gabinete de Guterres subrayaron ayer que la iniciativa portuguesa, adelantada en la cumbre de Oporto, tenía como único objetivo abrir el camino para el levantamiento de las sanciones contra Austria y nunca el mantenimiento indefinido de esas medidas. La postura francesa, que exige una "evolución profunda" del partido de Haider, y la inicial oposición del presidente del Tribunal Europeo a examinar el caso sin la autorización de las autoridades de Viena, retrasó el anuncio del compromiso.

Por su parte, el Ejecutivo de Viena admitió ayer que acepta la iniciativa portuguesa y colaborará con los tres sabios del Tribunal Europeo para examinar el caso, pero no descarta la convocatoria de un referéndum para solicitar la opinión de sus ciudadanos sobre el mantenimiento de las sanciones bilaterales de los Catorce. No obstante, el canciller austriaco, Wolfgang Schüssel, calificó ayer de "escasa e insatisfactoria" la iniciativa portuguesa y añadió que "la solución correcta hubiera sido el levantamiento de las sanciones sin ningún tipo de condiciones ni sustitutivos".

A pesar de la desilusión austriaca, el canciller Schüssel reconoció que la propuesta de los Catorce constituye "un avance", dado que el documento aprobado por los citados países no supone, a su juicio, una vigilancia o control permanente sobre "los valores europeos comunes" del Gobierno de Viena.

Asimismo, el canciller austriaco expresó su confianza en la "integridad" del presidente del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, Luzius Wildhaber, quien será el responsable de nombrar "un consejo de sabios" que examine la evolución política y democrática de Austria. A su juicio, el presidente del Tribunal Europeo puede ofrecer a los Catorce sacarles "de un callejón sin salida" en el que esos países se encerraron el pasado 31 de enero al adoptar unas sanciones "injustas" e "injustificadas". Wildhaber aseguró ayer que ordenará a los tres magistrados que escojan la máxima rápidez en la elaboración del informe que, posteriormente, será sometido a análisis por los Catorce.

Haider, mientras, aseguró ayer que la iniciativa de los tres sabios era una maniobra para retrasar la celebración del referéndum. "La misión de los sabios debería valer para toda Europa, y especialmente para Francia, donde se prohíbe a los niños extranjeros ir al colegio", afirmó, informa France Presse.