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AZNAR EN EXTREMO ORIENTE

Aznar lanza en Filipinas un plan para extender la presencia española en Asia

Miguel González

José María Aznar clausurará hoy en Filipinas una reunión de los 11 embajadores españoles en Asia y el Pacífico, en la que se aprobará un plan que, bajo la denominación de Documento de Manila, recoge los objetivos básicos de la diplomacia española en esta región, que el presidente se ha marcado como una de las prioridades de su segundo mandato. Aznar considera que "ha llegado la hora de Asia" para España, por lo que se propone lanzar una "acción conjunta y sostenida" para relanzar su presencia económica, política y cultural en este continente.

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Aznar, quien tiene previsto visitar Corea en otoño y volver a China antes del fin de la legislatura, pretende "arropar" a los empresarios en Extremo Oriente, para que la presencia española aquí deje de responder a aventuras individuales. La declaración de Manila se adelanta a la que será principal tarea del Consejo de Política Exterior que, bajo la presidencia de Aznar, se constituirá en julio. Este nuevo organismo, en el que estarán representados los ministerios de Asuntos Exteriores, Economía, Defensa y Educación y Cultura fijará los objetivos de la acción exterior. El avión presidencial llegó anoche a Filipinas, última etapa de su gira por Asia, procedente de Hong Kong, donde concluyó su estancia de cinco días por China. En la ex colonia española está prevista la firma de un Convenio de Amistad y Cooperación, similar a los que España tiene con la mayoría de los países latinoamericanos y con Marruecos, que sustituirá a los acuerdos de colaboración científica, técnica y cultural todavía vigentes. El nuevo convenio se respaldará con una línea financiera de unos 21.120 millones de pesetas, la mitad en créditos blandos.

Por su especial vinculación con España, el Gobierno quiere convertir Filipinas en plataforma de la influencia económica, cultural y política española en la región, con China como objetivo principal. Esta pretensión tropieza con la delicada situación del archipiélago, que sufrió la crisis asiática de 1998 hasta el punto de que su PIB es hoy menor que hace cinco años.

Las exportaciones españolas han caído de 122 millones de dólares en 1996 a 117 en 1999. Las inversiones, por el contrario, ascendieron el año pasado a 46.000 millones de pesetas, en su mayoría consistente en la compra del 9,15% del monopolio eléctrico Meralco por parte de la compañía española Unión Fenosa.

Desde hace años, la empresa pública Bazán negocia la venta a la Marina filipina de cinco corbetas, 14 patrulleras y varias lanchas de alta velocidad, pero las sospechas de irregularidades y la propia situación financiera del país mantienen paralizada la operación.

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Como corresponde a un estado con el 60% de la población por debajo del nivel de pobreza, la cooperación al desarrollo ocupa un lugar preferente en las relaciones bilaterales. Filipinas recibe anualmente 1.300 millones de pesetas de ayuda no reembolsable, de los que un tercio se dedican a microcréditos. La reina Sofía visitó en febrero algunos proyectos con ayuda española.

Durante su estancia en Manila Aznar se reunirá con el presidente Joseph Estrada, elegido en mayo de 1998 con un discurso populista. El incumplimiento de sus promesas y el fracaso del proceso de paz con los independentistas musulmanes de Mindanao, que mantiene secuestrado a un grupo de turistas extranjeros, ha hecho que su popularidad caiga en picado.

En Hong Kong, antes de viajar a Filipinas, el jefe del Gobierno español se mostró convencido de que el proceso de apertura en China es irreversible. En la ex colonia británica se entrevistó con el gobernador, Tung-Chee Kwa, y almorzó con el presidente de la cámara local de Comercio y con cinco magnates locales, ligados a los sectores inmobiliario y financiero, entre los que se encuentran algunas de las mayores fortunas del mundo.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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