El Gobierno tiene que hacer concesiones a todos los grupos para sacar adelante su plan de vivienda

El Gobierno vasco, ante la ausencia de EH del debate parlamentario del plan de vivienda Etxebide para el cuatrienio 2000-2003, tuvo que ceder ayer ante todos los grupos de la oposición para sacarlo adelante. Tras aprobarse una enmienda del PSE, el número de viviendas protegidas edificadas por el Gobierno pasan de las 9.000 iniciales a 12.000, mientras que el presupuesto aumenta en 20.000 millones tras asumir una propuesta de IU. El consejero, Patxi Ormazabal, destacó que el texto definitivo aprobado es "irreal" y supone "no conocer la realidad de este país".

Fueron más de tres horas de conversaciones entre las diferentes formaciones que obtuvieron sus frutos para los grupos de la oposición. La gran mayoría de las propuestas de modificación del texto original salieron adelante por votación o fueron transaccionadas ante la mirada de disgusto del responsable de Vivienda, Patxi Ormazabal. Los dos cambios más importantes se centran en el número de viviendas públicas que se prevén construir en los próximos cuatro años y en el montante presupuestario destinado para estas operaciones. El proyecto presentado por el Gobierno vasco ponía sobre la mesa la creación de 14.000 pisos, de los cuales, 9.000 serían edificados directamente por su sociedad pública Visesa o en suelos cedidos por la administración, mientras se dejaba en manos de la iniciativa privada y otros operadores públicos el resto.

La propuesta del PSE que finalmente se aprobó deja en manos de la iniciativa pública la creación de 12.000 viviendas, de las cuales la mitad serán pisos sociales y protegidos adjudicados en propiedad (en "régimen de derechos de superficie", en la terminología oficial) y las otras 6.000 de alquiler, la mayoría (4.000) gestionados directamente por Visesa .

En el aspecto presupuestario, las previsiones del Gobierno contemplaban una partida de 72.000 millones de pesetas para el conjunto del plan. La enmienda de Izquierda Unida que salió adelante en la comisión de Ordenación del Territorio, demandaba la aprobación de una dotación adicional destinada a la construcción de viviendas sociales y al alquiler protegido. Se trata de un montante de 20.000 millones de pesetas, a razón de 5.000 millones anuales, que se financiará mediante endeudamiento.

Uno de los puntos que había provocado el rechazo al plan por parte de la oposición es la inexistencia de una Ley del Suelo que haga frente a la escasez de terreno para llevar a cabo los proyectos de edificación por parte del Gobierno vasco. En el texto aprobado en la noche de ayer se insta al Ejecutivo a que elabore en los próximos meses un borrador para conformar esta legislación, así como un inventario de los suelos urbanizables que existe en el País Vasco, "para que el Gobierno pueda tener un conocimiento exacto de la realidad urbanística" de la comunidad autónoma.

Asimismo, se propone la regeneración de las áreas territoriales en declive -se aludió a Bilbao la Vieja y la zona de Pasaia- en la medida en que el plan director de Vivienda pueda hacerlo.

El consejero de Vivienda manifestó sus discrepancias con el texto finalmente aprobado, especialmente en lo que se refiere al incremento presupuestario y al del número de viviendas.

"Una irrealidad"

"Son unas propuestas que habrá que valorarlas en sus justos términos, pero creo que este intento de aumentar el montante de viviendas es una irrealidad", señaló Ormazabal. Por el contrario, valoró que el plan que habían presentado los grupos del Gobierno era "real y posible". El consejero, no obstante, destacó lo positivo de las aportaciones de todos los grupos y la disposición de todos para llegar a acuerdos y consideró que el plan había sido mejorado de manera general.

El portavoz del PSE, José Antonio Maturana, destacó que el proyecto incialmente presentado por el equipo de Gobierno vasco "ha cambiado radicalmente". "Desde la bonanza económica que atravesamos era imprescindible ser más ambiciosos", resaltó.

Jon Goikoetxea, portavoz de EA en la comisión, subrayó que las propuestas incluidas en el texto por la oposición "son de muy difícil realización. Yo diría que imposibles de cumplir". Desde el PNV, Juan María Juaristi, incidió en este mimso aspecto y destacó el "exceso de voluntarismo" que muestra el plan finalmente aprobado por el Parlamento.