El Parlamento sirio convoca un referéndum para confirmar a Bachar

El Parlamento de Siria aprobó ayer por unanimidad la candidatura de Bachar el Asad como único aspirante a la presidencia de la República en el referéndum que se celebrará el próximo 10 de julio. La aclamación de Bachar como candidato fue precedida por un largo y untuoso debate parlamentario que duró dos días, y en el transcurso del cual dos centenares de diputados tomaron la palabra para elogiar al futuro presidente y rendir homenaje a su padre, el desaparecido Hafez el Asad.

Sólo hubo una excepción. La de un parlamentario, Munzer Musali, ex oficial del Ejército, que se atrevió a levantar la voz para criticar públicamente la forma en que se había hecho la reforma constitucional, el pasado 11 de junio, pocas horas después de la muerte de Hafez el Asad, cuando la Cámara fue convocada de manera acelerada para rebajar la edad de los aspirantes a la presidencia de 40 a 34 años, lo que abrió las puertas a Bachar. Las palabras de este diputado disidente quedarían, sin embargo, pronto diluidas por los discursos líricos de algunos de sus compañeros, como Ibrahim Daud, quien proclamó el apoyo a Bachar leyendo un poema: "Juramos por el trigo, el tomillo y los olivos que estamos contigo, lo juramos por la sangre de nuestros mártires y el sudor de los trabajadores, seguiremos la marcha, detrás tuyo, y vemos ya la victoria de Alá, escrita en el cielo de Damasco".

La candidatura de Bachar fue vitoreada por los 249 diputados puestos en pie (faltaba un parlamentario enfermo), que corearon una y otra vez uno de los lemas más populares y conocidos del mundo árabe: "Por nuestra sangre, nos sacrificaremos por ti, Bachar". Una vez apagados los gritos, el presidente de la Asamblea del Pueblo procedió a leer un comunicado en el que se oficializó la candidatura de Bachar.

La transición siria entró así ayer en su recta final, pendiente únicamente del último requisito: la convocatoria del referéndum presidencial en el que están invitados a participar cerca de siete millones de votantes sobre una población total de 17 millones y que se celebrará el día 10 de julio, lunes, justo cuando se cumple un mes de la muerte de Hafez el Asad. La celeridad con la que se ha desarrollado el proceso de sucesión ha vulnerado la tradición islámica que acostumbra a respetar 40 días de duelo.

A pesar de que Bachar el Asad no se encuentra investido de poderes presidenciales, ha venido en las últimas semanas desempeñando tareas que en otra situación hubiera asumido su padre, como por ejemplo la reunión con el secretario general de la ONU, Kofi Annan, la semana pasada. Al mismo tiempo, el Gobierno ha iniciado ya su andadura en lo que puede ser una de las principales prioridades del régimen: la apertura y liberalización económica del país.

Ayer, mientras el Gobierno anunciaba su intención de pedir un préstamo de 161 millones de dólares a Japón y a la Banca Islámica para ampliar los puertos del país y potenciar el comercio naval, se hacía pública la decisión de autorizar a los bancos extranjeros para que operen en las cinco zonas francas de Siria (Damasco, Adra, Alepo, Latakia y Tartus), lo que supone un signo de abertura después de que fuera nacionalizada la banca en 1963. En esta misma línea se acordó agilizar los proyectos turísticos privados, resolviendo los expedientes administrativos en un plazo máximo de 15 días.