La gestora del PSOE apuesta por un sistema de elección que propicia un pacto entre candidatos
Los delegados del 35º Congreso del PSOE elegirán muy probablemente en la misma votación al secretario general y a la ejecutiva federal, como ha ocurrido en cónclaves anteriores. Éste es el procedimiento por el que se inclina ahora la comisión politica, según afirmó ayer su presidente, Manuel Chaves, lo que supone un cambio de criterio respecto a la posición que esta gestora mantuvo durante dos meses, proclive a que el líder del PSOE y su equipo fuesen elegidos por separado. En la rectificación ha prevalecido el deseo de favorecer un consenso antes de la votación. El congreso comenzará el 21 de julio.
Sólo Rosa Díez, candidata a la secretaría general, discrepa de la posición adoptada ahora por la comisión política, y ayer mismo se lo transmitió a Chaves. Esta fórmula "impide la integración" que, en su opinión, favorecería la elección por separado del nuevo secretario general, que podría formar su ejecutiva con personas representativas de otros sectores del partido. Tras la reunión de la gestora, Chaves se reunió con Rosa Díez en lo que fue la primera de las conversaciones que mantendrá con todos los candidatos a la secretaría general y, posteriormente, con los secretarios regionales y cabezas de delegación para el congreso.Dirigentes regionales del PSOE interpretan que con la fórmula adoptada ahora por la comisión política se puede favorecer que no lleguen al congreso cuatro candidatos, porque alguno acepte retirarse. José Bono y Matilde Fernández están a favor de esta apuesta de la gestora, y José Luis Rodríguez Zapatero también la acepta "si eso es lo que decide el partido", ya que insiste en no polemizar sobre cuestiones de procedimiento.
Cuando se le recordó ayer a Manuel Chaves que la propia comisión política había explicado que la elección por separado del secretario general y de la ejecutiva federal buscaba el fortalecimiento del nuevo líder, el presidente de la gestora defendió que la elección en una misma lista del líder y del nuevo equipo dirigente "es la fórmula que más favorece el consenso con carácter previo". Miembros de la comisión política reconocen que cuando elaboraron su anterior criterio no pensaban que pudiera haber cuatro candidatos a la secretaría general y que, una vez que eso ha ocurrido, se favorece un acuerdo previo entre candidatos al establecer una única votación para escoger al líder y a la ejecutiva. Matilde Fernández está de acuerdo con esa fórmula de votación porque es partidaria de que desde el primer momento el aspirante a la secretaría general haga el esfuerzo de presentar una ejecutiva plural.
En los pasillos del Congreso de los Diputados, los parlamentarios socialistas expresaban ayer opiniones contrapuestas. El ex candidato a la presidencia del Gobierno José Borrell consideraba un error que haya una votación conjunta porque "se despilfarra mucho capital humano", ya que cada aspirante, adujo, tiene que presentar un equipo de unas 20 personas, lo que sumaría 80 dirigentes socialistas si se mantienen las cuatro candidaturas, de los que 60 serán eliminados sin posibilidad de ser repescados. Además, añadió, es previsible que los candidatos coincidan en pedir a algunas personas que estén en su candidatura.
Rivalidad en el 43% de los congresos
Nadie sabe quién apoya a quién. Ésta es la conclusión del presidente de la Comisión Política, Manuel Chaves, que considera "imposible" en este momento hacer un cálculo de cuántos delegados respaldan a cada aspirante a la secretaría general. "Es imposible saber cuál es la opción de los delegados porque incluso en muchos sitios donde ha habido dos listas, sus componentes son de la mayoría; y en otras, los delegados que están claramente en opciones diferentes se han integrado en una sola lista", adujo Chaves. Éste sostuvo que no puede hablarse de "división o enfrentamiento", sino de normalidad. En el 43% de los congresos se han enfrentado dos listas de candidatos a delegados. De esos congresos, el más comentado ayer entre los diputados socialistas fue el de Madrid, en el que la lista de Matilde Fernández obtuvo el 62% de los votos, mientras los renovadores se quedaron en el 38%. El motivo principal de los comentarios estuvo en la composición de la lista guerrista, que incluyó a seguidores de José Borrell, a Izquierda Socialista, a Renovadores por la Base y a seguidores de Rodríguez Zapatero.
Algunos diputados de otras provincias alineados con Nueva Vía no ocultaban cierto malestar con esa integración en la candidatura guerrista, lo que sin duda será motivo de debate en la próxima reunión de Nueva Vía. Diputados renovadores criticaron a su vez a ese colectivo, encabezado por Rodríguez Zapatero, por predicar un modo nuevo de hacer política y, a la primera de cambio, pactar con los guerristas para obtener a cambio delegados para el congreso. Pero Nueva Vía replicó que no pactó con los guerristas sino con Renovadores por la Base.
Los candidatos a secretario general necesitarán el aval de 98 delegados
Manuel Chaves expondrá a los candidatos a la secretaría general y a los actuales secretarios regionales la necesidad de que los aspirantes al liderazgo formalicen en el congreso su candidatura con el aval del 10% de los delegados, es decir, 98 firmas. Asimismo, les consultará la propuesta de reducir la nueva ejecutiva de los 33 miembros actuales a unos 15.Los consultados tendrán que dar su opinión respecto a si los candidatos a formar parte de la ejecutiva tienen que ir o no adscritos a las áreas que van a ocupar o si la asignación de áreas queda en manos del secretario general, una vez terminado el congreso. Chaves someterá a debate el que los aspirantes a la secretaría general puedan dirigirse al plenario del congreso, durante veinte o treinta minutos, para explicar las razones que les lleva a aspirar al líderazgo del partido y su proyecto. Terminadas sus intervenciones, no habría posibilidad de debate.
Con ánimo de llegar a un consenso, Manuel Chaves expondrá a los candidatos al liderazgo y a los dirigentes regionales diversas propuestas para regular todo lo que se relaciona con la elección de la nueva dirección del PSOE. Entre los asuntos que consultará se encuentra la decisión de fijar una o dos vueltas para la elección del secretario general. En caso de haber segunda vuelta, el candidato a secretario general tendría que presentar la misma propuesta de ejecutiva que en la primera votación.
Si se mantuviese este criterio, los dos candidatos más votados no podrían integrar en su equipo, en la segunda vuelta, a componentes de las candidaturas que hayan quedado en tercer y cuarto lugar. Algunos dirigentes regionales consideran que las normas definitivas no serán ésas y, por tanto, cabe esperar modificaciones en las próximas semanas, después de un análisis sosegado que favorezca fórmulas intermedias.
Rosa Díez insistió ayer ante Chaves en que es acérrima partidaria de la segunda vuelta. José Bono, por el contrario, ha anunciado que no concurrirá a una segunda votación. José Luis Rodríguez Zapatero rehúsa pronunciarse sobre aspectos procedimentales, y Matilde Fernández no ve mal que haya segunda vuelta.
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