Carme Laura Gil rebaja la promesa de 30.000 plazas de guardería

La consejera de Enseñanza, Carme Laura Gil, aplicó ayer una dieta de adelgazamiento a la promesa heredada de su predecesor en el cargo de crear 30.000 plazas escolares para niños menores de tres años. La cifra ni siquiera fue mencionada en su intervención ante el Parlament en el marco del debate monográfico sobre la educación infantil. En lugar de guarderías, Gil apuntó alternativas como las madres de día y los centros "de socialización".

Los reacción de los grupos de la oposición al discurso de Gil fue unánime: "decepcionante" y "engañoso", en palabras del socialista Joaquim Nadal. Incluso, desde el PP, Dolors Nadal acusó a la consejera de "falta de concreción". La crítica generalizada, sin embargo, se centró en el intento de Enseñanza de hacer caer la responsabilidad de la creación de estas plazas sobre los ayuntamientos. El PSC, el PP, ERC e IC-V explicarán hoy su postura en la Cámara.Carme Laura Gil elaboró un discurso muy bien construido que pretendía demostrar que en comparación tanto con los países de la Unión Europea como con los de la OCDE, la situación de Cataluña en cuanto a oferta de plazas en el tramo de cero a tres años es no sólo homogable, sino incluso superior a la media. La consejera, sin embargo, quiso escapar del corsé de la promesa de crear 30.000 plazas en un periodo de cinco años que el curso pasado anunció ante el pleno de la Cámara su antecesor en el cargo, Xavier Hernández.

Sin renunciar a ellas, Gil las desvinculó ayer del sistema educativo, tal y como las concibe la legislación española, que considera el periodo de cero a seis años como educación infantil y, consiguientemente, lo regula. Si no son plazas escolares, no exigen condicionantes legales y de currículo. La consejera propuso, a cambio, toda una batería de "mecanismos diferentes", como la atención familiar parental, la madre de día, las redes vecinales y las aulas socializadoras en los pueblos pequeños.

En opinión de Gil, hay que considerar que la problemática que plantean los niños de cero a tres años es "de origen sociolaboral". En Cataluña, insistió en recordar, el segmento de tres a seis está completamente cubierto desde hace ya bastante tiempo, pese a no ser obligatorio, a diferencia del resto de España, donde actualmente la oferta no alcanza aún el 80%.

"No hay un solo mecanismo como solución para atender a los alumnos de menos de tres años, sino que debe haber diversos tipos de servicios", explicó la consejera. Tras el permiso de maternidad de cuatro meses, Gil piensa que hay que introducir planteamientos "más progresistas", como la "atención familiar parental durante los primeros 12 o 14 meses de vida". El problema, reconoció la consejera, es que esto no está en sus manos, sino que "debería introducirse en el grupo de reflexión del Pacto de Toledo sobre protección social", incluyendo la "mejora de las licencias parentales" en aspectos como la retribución, que, en su opinión, debería ser acorde con los niveles de renta de los padres. Este modelo reforzaría el "derecho del niño a ser atendido por sus padres".

'Madres de día'

Recurriendo a las experiencias de países como Suecia, la consejera apuntó el modelo de las llamadas madres de día, es decir, personas que a cambio de una remuneración reducida disponen de tiempo para dedicar durante el día a varios niños de otras familias, no más de tres o cuatro. Gil afirmó que se trata también de "un filón de empleo" para mujeres que tienen la experiencia y la formación para realizar este tipo de trabajos, pero tal vez no para otros. Las redes vecinales o los acuerdos entre comunidades de vecinos para turnarse a la hora de atender a sus hijos, en un local o vivienda, fue otra de las soluciones apuntadas por Gil.

En cuanto a la creación de las mencionadas 30.000 plazas, la consejera se limitó a recordar que la Generalitat ha ofrecido para el próximo curso 1.300 millones de pesetas a los ayuntamientos para la creación de 6.000 plazas de guardería. La convocatoria está abierta y antes de un mes, dijo, se sabrá cuál ha sido la respuesta de los municipios. La oferta de Enseñanza se limita, sin embargo, a financiar en un 50% la reconversión en guardería de los espacios disponibles en las escuelas de primaria donde el descenso demográfico ha dejado aulas vacías, pero no prevé la dotación financiera para el funcionamiento de estas plazas y descarga el problema en los municipios.

Otra de las ideas apuntadas ayer por Gil consiste en lo que definió como centros "de socialización" no integrados en el sistema educativo, que se adecuarían especialmente a los pueblos de no más de 1.000 habitantes, casi la mitad de los municipios catalanes. En estas localidades, dijo la consejera, no nacen más de 10 niños al año, cuando se da el caso, por lo que es imposible crear guarderías. En estos centros convivirían los de distintas edades.

Según la consejera, en el último curso había en Cataluña 167.962 niños de entre cero y tres años, de los que 40.004 (26,2%) estaban escolarizados. Un total de 3.502 asistían a los 42 centros de la Generalitat, 12.337 a las 287 guarderías municipales, 6.339 a los 138 centros privados subvencionados y 21.827 a los 467 colegios privados sin subvención.