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El municipio alerta sobre los 'reventas' de licencias de taxi

Antonio Jiménez Barca

El Ayuntamiento de Madrid previene a los taxistas deseosos de jubilarse y vender sus licencias de la existencia de intermediarios -reventas- que, "actuando de modo ilegal", encarecen el precio y revolucionan un mercado que mueve al año, en Madrid, más de 8.000 millones de pesetas. Las dos asociaciones más importantes del sector, la Gremial del Taxi y la Federación Profesional del Taxi, reconocen los manejos de estos expertos en compraventa de licencias. Eladio Núñez, presidente de la Asociación Gremial, reconoce que "son difíciles de extirpar".Una licencia de taxi, concesión municipal que no cuesta dinero, se vende ahora por casi 12 millones de pesetas. "Y esto genera que todo tipo de escoria y de sanguijuelas como estos reventas se acerquen a ganar dinero fácil", critica Juan Sánchez, presidente de la Federación Profesional del Taxi. Traspasar una licencia no requiere ningún control especial del Ayuntamiento, que se limita a exigir al comprador, y por tanto a la persona que disfrutará del permiso, ciertas condiciones: estar al día en las cuentas con Hacienda, permisos correspondientes de conducir, y haber satisfecho las cuotas de la Seguridad Social los dos últimos años.

Un taxista denuncia la doble venta de su licencia tramitada en la Gremial

El mercadeo favorece la aparición de estafas denunciadas por algún taxista. Como Francisco Palacios, de 60 años, que a finales de abril decidió vender su taxi y su licencia. "No puse anuncios en el periódico, simplemente lo dije por ahí, a los compañeros", explica.Pasados algunos días, este taxista recibió la llamada de un hombre que se identificó como compañero del sector interesado en comprarle el vehículo y la licencia. Llegaron a un acuerdo rápido: por un vehículo Seat Toledo 1,8 inyección se fijó un precio de 526.000 pesetas y por la licencia 11.273.000. El comprador, C.S.C., pagó a Palacios con un cheque que se cobró sin problemas. "El comprador me propuso ir a la Gremial del Taxi para llevar el papeleo, y no me opuse". Allí, un empleado de la Gremial, según Palacios, le propuso a éste que firmara, además del contrato de compraventa, otros dos en blanco. "Me dijo que era para cosas de Hacienda y yo me lo creí". Una semana después, cuando Palacios fue a recoger una documentación a la Gremial, le dieron, para su sorpresa, una nueva copia del contrato en el que el comprador, en vez de ser C. S. C., era F. E. L. "Según ese contrato, yo le había vendido el taxi y la licencia, por el mismo precio, a un señor que no había visto en mi vida", explica el taxista, que aporta las copias de los dos contratos, uno en el que figura C. S. de comprador y otro en el que figura F. E. El precio de los dos es igual. "Estoy seguro de que un reventa se ha llevado dinero negro", denuncia.

Acuerdos privados

El presidente de la Asociación Gremial del Taxi, Eladio Núñez, exculpa del todo a la organización que preside: "Nosotros nos limitamos a asesorar y a tramitar los papeles, pero los acuerdos son privados".

Palacios no está de acuerdo: "No digo que el presidente, pero alguien de la Gremial está compinchado con los reventas, porque fue un empleado de ésta el que me dijo que firmara los contratos en blanco. Además, ¿nadie ahí se da cuenta de que hay dos contratos con el mismo vendedor pero con dos compradores distintos?". Los dos contratos tienen el sello de la Asociación Gremial del Taxi.

El concejal de Circulación, Sigfrido Herráez, confirmó que en el Ayuntamiento sólo figura una transacción entre Palacios y el segundo comprador, con lo que el contrato con el primero, a efectos municipales, no existe. "El Ayuntamiento no puede investigar eso porque es un contrato entre privados. Lo único que puede hacer, a la vista de los datos, es prevenir a los taxistas y aconsejarles que tengan cuidado con los reventas", dice el edil.

Juan Sánchez, de la Federación Profesional del Taxi, considera que en este asunto de los reventas "el Ayuntamiento se lava las manos". "Debería hacer más por controlarlos, pero es partidario de liberalizarlo todo, de dejar que los precios de las licencias se disparen conforme el mercado y ésa es una clave del problema", explica.

¿Cuántos reventas actúan en Madrid? "Bastantes", confiesa Núñez. Sánchez asegura que están por todas partes: "En determinadas paradas, en bares, o en oficinas que tienen especialmente dispuestas para esto".

El edil socialista Eugenio Morales propone al Gobierno municipal "discutir con las asociaciones de taxistas qué maneras existen de bajar el precio disparatado de las licencias".

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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