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A favor de los hermanos Mayans

Recientemente y de manera impensada han aparecido faltas de consideración a la obra de Gregorio Mayans y de su hermano Juan Antonio. El origen parece ser un libro, pienso poco valioso, de Sánchez-Blanco sobre la mentalidad ilustrada. Me parece que su base de partida es asegurar la pureza de la Ilustración desde un punto de vista cosmopolita. Punto de vista siempre interesante y que si se aplica con todo su rigor solamente llevaría a considerar en toda la península ibérica a la figura del pintor Goya, afirmación que ya sustentó en estas páginas Vicent Llombart, acompañada del recuerdo de que el aragonés no pudo sobrevivir en España por lo que tuvo que morar y morir en Burdeos. Algunos de los ilustrados que quisieron trabajar en el interior tuvieron, por tanto, que limitar sus posibilidades de pensar por su cuenta. Si me lee algún historiador podrá pensar, con toda razón, que me olvido del mejor historiador económico europeo del siglo XVIII, Antonio de Capmany.A Francisco Sánchez-Blanco, dentro del nacionalismo español, le ha parecido como tema relevante descalificar a Gregorio Mayans y situarle como una persona más anclada en el pasado que en el presente ilustrado. Atrevida afirmación que ha llevado a quien considera a su libro La mentalidad ilustrada como un "libro interesante" de que le falta "ilustración" y le sobra "erudición". Quien así lo hace, Martí Domínguez, no parece advertir que la erudición fue la principal arma de los ilustrados en el campo de la historia para luchar contra mitos y leyendas. Dado que en España no hubo Ilustración abstracta es normal que Mayans jugara un papel muy importante y que desde el centralismo ideológico se haya tendido a subvalorar su aportación así como los estudios de Mosén Mestre. En este sentido la actitud de Sánchez-Blanco es tan habitual que no merece grandes comentarios. Pese a ello hay que referir en que entre el nacionalismo español más moderado, como el que caracteriza a Juan Pablo Fusi, se le considere a la misma altura que Feijoo en la primera Ilustración en España. Atribuir la consideración de Mayans como una simple muestra de provincialismo como hacen Sánchez-Blanco y Domínguez no parece muy explicable en la España concreta.

Si lo parece si se tiene en cuenta que nunca citan al principal libro del citado Mosén Historia, fueros y actitudes políticas. Mayans y la historiografía del siglo XVIII publicado en 1970 y del que el rector Ruiz Torres me anuncia, con mi gozo, una próxima reedición. En este libro se muestra el claro federalismo austríaco del solitario de Oliva que, precisamente por esta causa era solitario, lo cual no es ninguna ventaja para trabajar. En 1765 Gregorio Mayans le escribe a un interlocutor que empieza "por rogar a Dios que de a V. S. espíritu de docilidad para que aprenda de un valenciano las verdades que no saben decir, ni conocen los castellanos porque quieren que todo el mundo se gobierne por sus ideas, por las cuales se han perdido a sí mismos y quieren perder a los demás". Aquí aparece una contradicción con el centralismo borbónico que para muchos entonces y ahora era contemplado como algo más avanzado y propio del despotismo ilustrado aunque a Don Gregorio, como a mí, nos parece más despotismo que ilustrado. El Reino de Valencia con sus Cortes abolidas por las armas en 1707 hubiera podido hacer una evolución con menos muertos y con una integral de más libertad como la que hizo Inglaterra o Holanda. Un camino francamente mejor que el que emprendieron a partir del centralismo despótico Francia, Prusia, Rusia y, !ay!, España. La dureza de Gregorio era considerable como nos recuerda el mismo Mosén Mestre al resucitar un texto suyo donde afirma que "los castellanos quieren quitarnos aún la memoria de nuestra antigua libertad: gente enemiga de todo el género humano". Si había limitaciones para todos los intelectuales, volvamos a Goya, si se pertenecía con orgullo a la antigua Corona de Aragón había una limitación adicional.

Recordemos con, ni más ni menos, Karl Marx que todos los liberales de estos años evocaban las "libertades antiguas". Juan Antonio Mayans era también muy claro. Dos citas: "Es observación de un hombre sensato que el Reino de Aragón es el que ha producido mayores hombres en España y que esta crianza se ha acabado con los Fueros" y "entre las instrucciones secretas que tenía el gobernador militar de Tarragona, que murió en Alicante, una de ellas era actuar contra el lenguaje del país". Alemany Peiró en un libro sobre Juan Antonio recuerda que para éste "los dialectos de la lengua lemosina son la catalana, valenciana y mallorquina. De todas las tres la más suave y agraciada es la valenciana y no me lo hace decir la pasión". Cuando hablamos de Ilustración hablamos de libertad y de libertad de lenguas.

Ernest Lluch es catedrático de Historia del Pensamiento Económico

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