La policía intercepta en Murcia otra furgoneta en la que viajaban hacinadas 27 personas

La policía interceptó en la madrugada del jueves en Los Alcáceres (Murcia) una furgoneta, con capacidad para ocho personas, en la que se hacinaban 27 inmigrantes irregulares. Sin embargo, el caso parece distinto al del vehículo localizado en Mijas (Málaga) con 37 indocumentados. El conductor de la furgoneta localizada en Los Alcázares era inmigrante, de orígen marroquí, con permiso de residencia pero sin carné de conducir. Además, declaró que tanto él como el resto de inmigrantes, la mayoría lituanos, trabajan para una empresa en el Algar, cerca de Cartagena, y que el gerente le había mandado recoger a los lituanos en una gasolinera para trasladarlos a una finca agrícola, informa Antonio Aguilar.Tras las últimas polémicas por los transportistas que trasladan inmigrantes irregulares en condiciones de hacinamiento, la Unión Internacional de Transporte por Carretera ha propuesto crear un grupo operativo contra la inmigración clandestina que incluya a representantes de puertos, aduanas, servicios de inmigración y otros organismos.

La localización de inmigrantes irregulares en España no cesa. En Ceuta, la policía detuvo ayer a 10 jóvenes marroquíes que estaban escondidos en un garaje a medio construir en la barriada marginal de Príncipe Felipe, donde habían permanecido al menos las últimas 24 horas. Todos fueron devueltos de inmediato a Marruecos. Sólo en las últimas 24 horas, la policía ha entregado a las autoridades del reino magrebí en la frontera del Tarajal a 150 indocumentados, informa Rocío Abad.

En Melilla, donde cuatro policías han sido detenidos por facilitar el ingreso de inmigrantes irregulares, los investigadores han encontrado diversa documentación falsa en los domicilios de las personas implicadas en esta red. Tres policías y seis marroquíes permanecen detenidos.

Además, el Gobierno francés ha accedido a la extradición a España de Mohamed A., uno de los dos ciudadanos marroquíes detenidos por su posible relación con la muerte por asfixia de cuatro compatriotas fallecidos, en algún lugar de España, cuando viajaban ocultos y hacinados en el doble fondo de una furgoneta. Los cuerpos fueron arrojados en agosto de 1997 en una acequia de Pinedo, una pedanía de Valencia, informa Voro Maroto.

Por otra parte, el juzgado de instrucción número 7 de Logroño puso en libertad ayer por falta de pruebas al ciudadano portugués detenido el jueves por trasladar a 18 temporeros de diferentes nacionalidades en una furgoneta.