Mayores de 25 años

Por alguna razón no pudiste acceder a la Universidad; dicen qué nunca es tarde... y, aunque la información escasea, hay buenas academias que ofrecen la posibilidad que necesitas. Son apenas cinco meses para superar lo que llaman prueba de madurez, un examen planteado como una carrera contrarreloj; debe demostrarse capacidad de síntesis, dominio en la redacción y conocimiento suficiente de todos los temas posibles o imposibles. He aquí la sorpresa posterior: no parece valorarse la voluntad o vocación de quien ha perdido gran parte de las neuronas y la práctica del estudio por el camino, pero se esfuerza en conseguir la meta; no hay temario concreto, debe saberse "todo" para un examen con dos partes, común y específica, que deben alcanzar cuando menos un cinco para hacer media entre sí; un examen que se realiza durante la mañana y la tarde del mismo día con la dificultad que implica mantener la concentración y controlar los nervios durante más de seis horas, y finalmente una limitación al 3% de las plazas disponibles en la facultad elegida; quienes aprueban y no entran dentro del porcentaje deben empezar desde el punto de partida. No está de moda ser mayor de veinticinco años en ninguna faceta de la vida, pero es obligatorio conseguir una madurez que nadie puede concretar o definir. Los responsables de esta organización tan sumamente ambigua no están obligados a ejercer la capacidad de síntesis necesaria para establecer un temario lógico, tampoco parece preocuparles que personas con la suficiente capacidad no tengan acceso, ya que exceden del tanto por ciento permitido. Nuestros políticos sienten un considerable temor ante la educación y la cultura en todos sus ámbitos, también en el universitario, y los resultados de su inacción están a la vista, aunque la madurez... se les supone.- Francisco Javier Cubero. Barcelona.