Los feligreses abandonan su encierro tras conocer la resolución del Supremo

Los feligreses de la parroquia de Nuestra Señora de las Fuentes decidieron ayer suspender el encierro que han mantenido en los últimos nueve días en el templo tras conocer la decisión del Supremo que permite al Arzobispado y al Ayuntamiento recurrir el derribo parcial decretado por el Tribunal Superior. Los feligreses abandonaron el encierro anoche, tras rezar una oración, y anunciaron que lo reanudarán "en el momento en que el templo vuelva a correr el riesgo de ser derrumbado", según explicó ayer a Europa Press el párroco, Eusebio Ocaña. El sacerdote indicó que "la comunidad cristiana" había "acogido con gran júbilo" la decisión del Supremo, "que supone un primer paso muy importante para evitar el derribo". Ocaña añadió que los feligreses también "son conscientes de que la resolución del Supremo no garantiza que la parroquia no sea derribada".

El alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, calificó "como una buena noticia" la decisión del Supremo, pero eludió hacer más comentarios. El concejal de Urbanismo, Ángel del Río, apuntó, por su lado, que la decisión del Supremo "abre la puerta a la legalización de la iglesia" y se congratuló de que "se haya conseguido la suspensión cautelar del derribo".

El arzobipado sostiene que es el bloque de pisos en el que habitan los dos vecinos que han pedido la demolición parcial de la iglesia el que arrebató terrenos que pertenecían al templo. Por este motivo, y tras conocer que el Tribunal Superior había ordenado el derribo de una parte del templo por estar excesivamente pegado a la iglesia incumpliendo la distancia mínima de separación, el Arzobispado hizo valer este hecho ante el Tribunal Supremo a través de un recurso en el que pretendía que se revisase la sentencia de demolición. El recurso se basó en que los vecinos denunciantes habían aportado documentos falsos que habían llevado a los jueces a dictar una sentencia incorrecta. El Tribunal Supremo dictaminó en julio de 1999 que no se había producido tal falsedad, si bien admitió que pudo producirse un error en los linderos tenidos en cuenta a la hora de otorhar el Ayuntamiento la oportuna licncia.

Por este conflicto, ya ha sido sancionado dos veces, por incumplir la orden de derribo, el gerente de Urbanismo, Luis Armada. Ambas multas se deben a que los jueces le dieron dos plazos de 20 días (que incumplió) para ejecutar el derribo parcial de la iglesia. En vista de su persistencia en incumplir la orden, los magistrados decidieron elevarla al alcalde.