Miles de personas se vuelcan en el 700º aniversario de Bilbao

El bochornoso calor que padeció ayer Bilbao -la temperatura rondaba los 40º a las seis de la tarde- convirtió la fiesta grande del 700º aniversario de la villa en una cita aún más inolvidable. Miles de personas se echaron a las calles en la capital vizcaína para recibir a don Diego López de Haro, acompañarle desde ambas orillas de la Ría en su entrada a la ciudad, en los numerosos homenajes que recibió y en su largo paseo por el Casco Viejo.El públicó llenó cada uno de los 13 escenarios del Zorionak, un repaso histórico sazonado con mucha fantasía de lo que han sido estos siete siglos en la villa. A medida que don Diego y su séquito se acercaban a lo que fue el gérmen de la ciudad, más y más público abarrotaba las calles para recibirles y disfrutar de los múltiples espectáculos: un concierto de música clásica de compositores vascos en el Palacio Euskalduna, una suelta de globos rojos y blancos desde el Museo Guggenheim, un saludo con puenting incluido desde el puente de La Salve, una coreografía de ballet inspirada en la pasarela Zubi Zuri que por un día se convitió en escenario, un saludo folclórico en el Ayuntamiento, la fiesta de 1900 en el Arenal, la ofrenda a la amatxu de Begoña en la iglesia de San Antón, el paseo por las siete calles convertidas en mercado medieval, la fiesta veneciana en la plaza Nueva y el concierto de las nacionalidades en la plaza del Gas.

La ciudadanía atendió las recomendaciones de las autoridades y los peatones reinaron en la ciudad por un día. La población aprovechó el transporte público gratuito para presenciar el Zorionak. Otros muchos lo usaron para llegar a la playa.

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